Ingenieros y técnicos que trabajan en el ensamblaje y las pruebas de la nave espacial Mars 2020 completaron con éxito el pasado día 28 de septiembre la prueba de separación de la plataforma de descenso propulsada por el cohete del rover en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la Nasa, en Pasadena, California.
«Encender los dispositivos pirotécnicos que mantenían juntas la etapa de rover y descenso y luego hacer la inspección posterior a la prueba de los dos vehículos fue un asunto de todo el día», dijo Ryan van Schilifgaarde, ingeniero de soporte para el ensamblaje de Mars 2020 en JPL. «Con esta prueba detrás de nosotros, la etapa del rover y el descenso van por caminos separados por un tiempo. La próxima vez que estén unidos estarán en Cabo Cañaveral la próxima primavera durante el ensamblaje final».
Tanto el rover como la etapa de descenso se enviarán a Cabo Cañaveral, Florida, este invierno. Antes de eso, habrá una batería de pruebas para el rover Mars 2020, incluida una evaluación de sus computadoras y sistemas mecánicos en condiciones similares a las de Marte. Llamada la Prueba Térmica de Superficie, implica someter el vehículo de Marte del tamaño de un automóvil a presiones y temperaturas atmosféricas similares a las que encontrará en el Planeta Rojo.
JPL está construyendo y gestionará las operaciones del rover Mars 2020 para la Nasa. El rover se lanzará en un cohete Atlas V de United Launch Alliance (ULA) en julio de 2020 desde el Space Launch Complex 41 en la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral. El Programa de Servicios de Lanzamiento de la Nasa, basado en el Centro Espacial Kennedy de la agencia en Florida, es responsable de la gestión del lanzamiento.
Cuando el rover aterrice en el cráter Jezero el 18 de febrero de 2021, será la primera nave espacial en la historia de la exploración planetaria con la capacidad de retardar con precisión su punto de aterrizaje durante la secuencia de aterrizaje.
Los planes de exploración lunar Artemisa de la Nasa para llevar a los astronautas a la Luna en 2024 establecerán una presencia humana sostenida en y alrededor de la Luna para 2028. La Nasa aprovechará lo que aprendan en la Luna para prepararse para enviar astronautas a Marte.