Venturi Space ha desvelado hoy en el Salón Aeronáutico de París MONA LUNA, un rover lunar de fabricación completamente europea que aspira a convertirse en la principal herramienta de movilidad lunar para la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) francés. Su desarrollo tendrá lugar en las instalaciones de Venturi Space France en Toulouse.
El proyecto MONA LUNA responde al objetivo estratégico de dotar a Europa de autonomía tecnológica en exploración lunar. El vehículo, concebido para operar en el entorno extremo del Polo Sur lunar, representa un paso firme hacia una mayor independencia europea en el ámbito espacial, al tiempo que posiciona a Venturi Space como un actor clave en el futuro de la movilidad extraterrestre.
Diseñado por el reconocido diseñador industrial Sacha Lakic, MONA LUNA será transportado al espacio por el lanzador Ariane 6.4 y alunizará mediante el módulo de aterrizaje Argonaut, ambos desarrollos europeos. Entre sus características técnicas destacan la propulsión 100% eléctrica alimentada por paneles solares, la capacidad de operación autónoma, tres baterías de alto rendimiento, la carga útil variable y manipulable mediante brazo robótico, la velocidad máxima de 20 kilómetros por hora, la resistencia a múltiples noches lunares y un peso total de 750 kilogramos. Además, se contempla su uso en situaciones de emergencia para transportar astronautas, según estudios de viabilidad de ESA y CNES.
Desarrollo centralizado en Toulouse
Desde su sede en Toulouse, Venturi Space France coordinará todo el ciclo de vida del vehículo: electrónica de a bordo, sistemas de aviónica, comunicación Tierra-Luna, gestión energética, integración final y validación para el vuelo. Esta infraestructura servirá como núcleo de excelencia tecnológica en movilidad lunar.
La ESA apoya activamente el proyecto, considerándolo un desarrollo clave para asegurar presencia europea en futuras misiones lunares. MONA LUNA hereda experiencia de los programas FLIP y FLEX, desarrollados por Venturi en colaboración con su socio estadounidense Venturi Astrolab, incluyendo tecnologías como ruedas hiper-deformables (Suiza) y baterías avanzadas (Mónaco).
Aunque la primera misión de MONA LUNA tendrá fines científicos, el proyecto contempla usos futuros para clientes europeos del sector privado: transporte de cargas, exploración de recursos in situ (como el helio-3) o campañas de divulgación. Este enfoque busca establecer un modelo económico sostenible que se inspire en los inicios de la movilidad terrestre.
Gildo Pastor, presidente de Venturi Space, afirmó que “el espacio es la nueva frontera y MONA LUNA es nuestra vía para explorarla. Queremos dotar a Europa de capacidad autónoma de exploración lunar, enfrentando los desafíos científicos, económicos y estratégicos que se avecinan.”
Por su parte, Antonio Delfino, director de Asuntos Espaciales de Venturi Space, añadió que “con MONA LUNA aspiramos a lograr avances tecnológicos significativos que faciliten una movilidad lunar extendida, al servicio de la ESA y las agencias espaciales europeas”.