Entre 2019 y 2023, las rutas nacionales que parten de París-Orly experimentaron una disminución del tráfico del 40%, con un impresionante 60% en los viajes de ida y vuelta en el mismo día. De este modo, Air France ha decidido que operará todos sus vuelos nacionales e internacionales desde su centro principal, París-Charles de Gaulle.
Sin embargo, habrá una excepción importante ya que continuará operando los servicios hacia y desde Córcega desde París-Orly, cumpliendo con las directrices de la Orden de Servicio Público (PSO). Air France ha presentado una oferta conjunta con Air Corsica para renovar esta PSO a partir de 2024, demostrando su compromiso con un servicio sostenido a Córcega.
Por otro lado, Transavia se convertirá en el operador de referencia del Grupo Air France desde París-Orly. Con una flota creciente de nuevos aviones de la familia Airbus A320neo, estos aviones de última generación ofrecen beneficios significativos, incluida una reducción del 15% en el consumo de combustible y las emisiones de CO2, además de una reducción del 50% en la huella acústica.
Además, Air France seguirá prestando servicios en Toulouse, Marsella y Niza, así como en los departamentos franceses de ultramar desde París-Orly. Esto garantiza la conectividad en regiones estratégicas.
Con la evolución del proceso de adaptación, Air France reforzará el número de vuelos desde París-Charles de Gaulle a Toulouse, Marsella, Niza, Pointe-à-Pitre, Fort-de-France y Saint-Denis de La Réunion, lo que mejorará las conexiones internacionales y la conectividad de las regiones francesas y de los territorios de ultramar. El Grupo Air France también tiene planes de posicionar a Transavia en los servicios a Toulouse, Marsella y Niza desde el aeropuerto de París-Orly a partir del verano de 2026.
La capacidad del grupo entre París y Toulouse, Marsella y Niza se mantendrá al 90% de su nivel actual, y al 100% para las rutas entre París y los territorios franceses de ultramar. Esta iniciativa no solo ayuda a Air France a mantener una fuerte presencia en todos los mercados en los que opera, sino que también optimiza el uso de recursos y mejora la competitividad.
Un aspecto fundamental de este proyecto es el impacto en el empleo. Air France se compromete a minimizar los despidos forzosos. En las regiones francesas, donde algunos vuelos se trasladarán a París-Charles de Gaulle, el impacto en los puestos de trabajo en Toulouse, Marsella y Niza será limitado y se gestionará mediante traslados y salidas voluntarias. Las bases de las tripulaciones de vuelo en estas estaciones se mantendrán intactas.
En cuanto a los empleados con sede en París-Orly, las necesidades de personal en París-Charles de Gaulle garantizarán que, para 2026, todos tengan la oportunidad de ocupar puestos equivalentes en la sede de Roissy. Se considerarán opciones de movilidad en la plataforma París-Orly.
El proceso de información y consulta con los órganos de representación de los trabajadores y las negociaciones con los sindicatos representativos comenzarán próximamente, con el objetivo de brindar el mejor apoyo posible a todos los empleados afectados por estos cambios. Air France se adapta a las nuevas tendencias y desafíos, preservando al mismo tiempo la calidad de sus servicios y su compromiso con la sostenibilidad.