El próximo día 24, la cápsula de muestra de la nave espacial OSIRIS-REx se encontrará cara a cara con la atmósfera de la Tierra por primera vez desde el lanzamiento de la misión en 2016. Se estima que a bordo hay 250 gramos de material rocoso recolectado de la superficie de Bennu en 2020, la primera muestra de asteroide de la Nasa y la más grande jamás recolectada en el espacio.
Según anuncia la Nasa, cuando se acerque a la Tierra, la nave espacial OSIRIS-REx no disminuirá la velocidad mientras deja caer su muestra. En cambio, cuando alcance 102.000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra (aproximadamente un tercio de la distancia entre la Tierra y la Luna), un mensaje de los operadores en tierra activará la liberación de la cápsula y ésta será enviada girando hacia la atmósfera.
Así, 20 minutos después del descenso, la nave espacial encenderá sus propulsores para desviarse más allá de la Tierra hacia el asteroide Apophis, donde continuará investigando nuestro sistema solar con un nuevo nombre: OSIRIS-APEX (OSIRIS-Apophis Explorer).
Mientras tanto, después de viajar por el espacio durante cuatro horas, la cápsula perforará la atmósfera de la Tierra, viajando a aproximadamente 44.500 kilómetros por hora. A este ritmo, la compresión de la atmósfera terrestre producirá suficiente energía para envolver la cápsula en una bola de fuego sobrecalentada. Un escudo térmico ayudará a regular la temperatura dentro de la cápsula, manteniendo la muestra segura a una temperatura similar a la de la superficie de Bennu.
Los paracaídas llevarán el descenso de la cápsula a una velocidad de aterrizaje segura. Un paracaídas diseñado para proporcionar una transición estable a velocidades subsónicas se desplegará primero, aproximadamente dos minutos después de que la cápsula entre en la atmósfera. Seis minutos más tarde, aproximadamente a 1,6 kilómetros sobre el desierto, se desplegará el paracaídas principal, transportando la cápsula el resto del camino hasta un área de 58 por 14 kilómetros en el campo militar. En el momento del aterrizaje, la cápsula habrá disminuido su velocidad a aproximadamente 18 kilómetros por hora.
Finalmente, apenas 13 minutos después de entrar en la atmósfera, la cápsula estará en la Tierra por primera vez en siete años, a la espera del acercamiento del equipo de recuperación.
Unos 20 minutos antes de que la cápsula aterrice, cuando todavía se encuentra muy por encima del velo de la atmósfera terrestre, el equipo de recuperación abordará cuatro helicópteros y se adentrará en el desierto. El brillo infrarrojo de la firma térmica de la cápsula será rastreado por instrumentos térmicos hasta que la cápsula se vuelva visible para los instrumentos ópticos, lo que brindará al equipo de recuperación una manera de rastrear la trayectoria de la cápsula hacia la Tierra. El objetivo del equipo de recuperación es recuperar la cápsula del suelo lo más rápido posible para evitar contaminar la muestra con el medio ambiente de la Tierra.
Una vez ubicada y empaquetada para viajar, la cápsula será trasladada en helicóptero a una sala limpia temporal en el campo militar, donde se someterá a un procesamiento inicial y desmontaje en preparación para su viaje en avión al Centro Espacial Johnson de la Nasa en Houston, donde la muestra será documentada, cuidada y distribuida para su análisis a científicos de todo el mundo.