La Federal Aviation Administration (FAA) norteamericana ha reducido el tiempo que el espacio aéreo está cerrado durante las operaciones espaciales. El espacio aéreo de EEUU es el más activo y complejo del mundo y la misión principal de la FAA es la seguridad, señala la agencia de seguridad aérea estadounidense.
Cuando un vehículo espacial comercial está programado para volar, la FAA utiliza medios normativos y operativos para separar las operaciones de lanzamiento y reingreso de otros vuelos en el Sistema Nacional del Espacio Aéreo (NAS) para garantizar la seguridad. Se cierran volúmenes relativamente grandes de espacio aéreo durante períodos prolongados, lo que provoca que otros usuarios incurran en demoras y otras ineficiencias. A medida que la frecuencia y la complejidad de las actividades espaciales comerciales sigan aumentando, el enfoque actual será cada vez más insostenible.
La FAA y la industria del transporte espacial comercial (CST) están trabajando juntas para minimizar las interrupciones al pasar del alojamiento a la integración. “Estamos trabajando en nuevos procedimientos y tecnologías para reducir de manera segura la cantidad de espacio aéreo que debe cerrarse antes de la operación, responder rápidamente a contingencias y liberar espacio aéreo para que pueda ser utilizado por otros vuelos tan pronto como ya no sea necesario. En el futuro, el espacio aéreo se gestionará de forma dinámica, minimizando de forma segura las ineficiencias y allanando el camino para el acceso rutinario a la órbita terrestre baja y más allá a través del NAS”, ha dicho la FAA.
Como parte del proceso de concesión de licencias y permisos, el operador de un vehículo comercial de lanzamiento o reingreso o el operador del sitio debe ponerse de acuerdo con el control de tráfico aéreo de la FAA para definir los procedimientos de notificación, comunicación y contingencias. Una vez que un operador recibe una licencia o permiso, continúa trabajando con la FAA a medida que se acerca el día de la operación, brindando información específica de la operación de acuerdo con los plazos del acuerdo.
Como parte de su preparación para la operación, la FAA evalúa el efecto de la operación en el sistema. Esto incluye la identificación de un área de peligro potencial y la determinación de qué vuelos programados regularmente deben cambiar de ruta, negociar con el operador según sea necesario en función de la evaluación y las restricciones relevantes del NAS, desarrollar un plan de gestión del espacio aéreo y distribuir el plan a las instalaciones afectadas y otras partes interesadas.
Durante la operación, la FAA y el operador ejecutan sus planes, comunicando la preparación y el estado de la misión a través de líneas directas y otros medios, según lo especificado en su acuerdo. La FAA implementa las restricciones de espacio aéreo necesarias, en función de los cálculos de seguridad previos a la operación y supervisa el progreso de la misión. En el caso de un mal funcionamiento del vehículo, la FAA trabaja rápidamente para identificar el espacio aéreo afectado y tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad. A medida que la operación avanza hacia su finalización, las restricciones del espacio aéreo se levantan lo más rápido posible.
Hasta ahora, gran parte de esta actividad se ejecutaba manualmente, utilizando sistemas no integrados y procedimientos específicos de operación. La FAA y la industria de CST han estado trabajando para desarrollar procedimientos que administren de manera más efectiva el espacio aéreo y mitigar los efectos de lanzamiento y reingreso en el NAS. Los cambios de procedimiento servirán como un puente en los esfuerzos de integración a medida que la FAA busca la automatización avanzada que se requerirá a medida que la industria continúe creciendo.