La Agencia Espacial Europea (ESA) está pidiendo a la industria que ayude a ampliar las capacidades del laboratorio europeo Columbus en la Estación Espacial Internacional (ISS) para apoyar la ciencia y la tecnología en el espacio más allá de 2024.
Columbus es la mayor contribución de Europa a la ISS. Lanzado en 2008, es la primera instalación de investigación europea permanente en el espacio.
El laboratorio ha apoyado más de 185 investigaciones científicas y tecnológicas hasta la fecha, muchas de las cuales se operan de forma remota desde el Centro de Control de Columbus de la ESA en Oberpfaffenhofen, Alemania.
Se espera que la vida útil de la estación se extienda hasta 2030; ahora hay una oportunidad para modernizar y mejorar las capacidades del laboratorio, comenzando con un taller de la industria en el corazón técnico ESTEC de la ESA en Noordwijk, Países Bajos, en noviembre.
El responsable del centro de astronautas de la ESA (EAC), Frank De Winne, dice que la modernización de Columbus en los próximos 10 años crea espacio para una mayor participación comercial, permitiendo que Europa logre aún más en órbita mientras libera fondos públicos para invertir en la futura exploración espacial de la Luna y Marte
«La extensión de las operaciones de la ISS es un paso positivo en el trabajo de la ESA para aumentar el acceso al espacio para los investigadores europeos y aumentar la capacidad de la industria en toda Europa», explica.
“Al abrir un llamamiento a la industria para aportar soluciones innovadoras para las actualizaciones de Columbus tanto en el espacio como en el terreno, nos basamos en iniciativas comerciales actuales, como la instalación de ICE Cubes instalada en Columbus en 2018, las plataformas Bartelomeo para cargas externas y el nuevo Bioreactor Express Service, y complementa los esfuerzos internacionales para desarrollar aún más una economía de órbita terrestre verdaderamente competitiva”.
Cuando se trata de las actualizaciones de Columbus, la ESA considera que la industria desempeña un papel de liderazgo en la provisión de soluciones que se dirigen tanto a los requisitos institucionales como a las necesidades comerciales. Estos incluyen actualizaciones para el almacenamiento, procesamiento, gestión y transferencia de datos tanto en tierra como en el espacio, así como nuevas instalaciones y capacidades para la ISS. Las empresas también tendrán la oportunidad de proporcionar servicios a clientes comerciales.
“La industria europea debe prepararse para el futuro del mercado mundial de servicios espaciales. Las empresas estadounidenses ya están estableciendo presencia en Europa, pero sabemos que tenemos las habilidades y el conocimiento aquí. No puedo esperar para ver qué se le ocurre a Europa mientras nos embarcamos en la próxima fase de exploración y descubrimiento”, dice Frank De Winne.