Una semana después del lanzamiento del módulo de aterrizaje lunar Peregrine y fracasada la misión debido a la fuga de propulsor, Astrobotic anuncia que la nave espacial está en camino hacia la atmósfera terrestre, donde se desintegrará.
“La fuga de propulsor se ha reducido considerablemente hasta el punto de que ya no es la principal prioridad del equipo. Un recordatorio de que un aterrizaje suave en la Luna no es posible. Llevamos ya cinco días y ocho horas operando en el espacio y estamos a unos 390.000 kilómetros de la Tierra”, dijo la empresa en la actualización del pasado domingo.
“Nuestra última evaluación ahora muestra que la nave espacial está en camino hacia la Tierra, donde probablemente se quemará en la atmósfera terrestre. Actualmente, el equipo está evaluando opciones y las actualizaremos tan pronto como podamos”, añadió Astrobotic.
En su actualización inmediatamente anterior, Astrobotic reconoció que “nuestra intención original era llegar a la Luna el día 15 después del lanzamiento. Pero nuestras estimaciones de propulsor actualmente nos hacen prever quedarnos sin combustible antes de esta marca de 15 días; sin embargo, nuestros ingenieros todavía son optimistas acerca de extender la esperanza de vida de Peregrine”.
El módulo de aterrizaje Peregrine de Astrobotic se lanzó a bordo del cohete Vulcan de ULA desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 41 en Florida el pasado día 8. Este marcaba el primer lanzamiento robótico comercial a la superficie de la Luna como parte del programa Artemisa.
En esta su primera misión, Peregrine Mission One (PM1) llevaba a la Luna un conjunto diverso de instrumentos científicos, tecnologías, recuerdos y otras cargas útiles de siete países diferentes, además de la iniciativa de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS) de la Nasa. Pero después de separarse con éxito del cohete Vulcan de United Launch Alliance (ULA), el módulo de aterrizaje lunar Peregrine registró un fallo de propulsión que impidió a Astrobotic lograr una orientación estable hacia el Sol.