Seis días antes del aniversario del trágico accidente del B737 MAX de Lion Air que causó la muerte de las 157 personas que viajaban a bordo, investigadores indonesios han avanzado este miércoles a los familiares de las víctimas las conclusiones del informe final que se dará a conocer el próximo viernes: problemas mecánicos y de diseño provocaron la tragedia.
El 29 de octubre del año pasado –el martes próximo se cumplirá el primer aniversario-, el Boeing 737 MAX-8 de la compañía aérea indonesia de bajo coste Lion Air, que cubría el vuelo 610 desde el aeropuerto internacional Soekarno-Hatta, en Yakarta, hasta el aeropuerto Depati Amir, en Pangkal Pinang, no llegó a completarse. Unos trece minutos después del despegue cayó al mar de Java. No hubo supervivientes.
Las conclusiones del informe final sobre el accidente, que se espera se haga público esta semana, se mostraron a familiares de las víctimas en una reunión a puerta cerrada en la capital indonesia.
En una presentación con diapositivas, el Comité Nacional de Seguridad del Transporte de Indonesia dijo que su informe incluye problemas del dispositivo llamado Sistema de aumento de características de maniobra (MCAS) y un sensor defectuoso como «factores contribuyentes».
«Durante el diseño y la certificación del avión se hicieron suposiciones sobre el problema del mal funcionamiento, que también son incorrectos», dijeron en la presentación. El sistema ha sido vulnerable al sensor y ha sido reemplazado por un sensor que se ha desalineado, añadieron.
Según los inspectores, la «ausencia de orientación» para los pilotos del 737 MAX se sumó a los retos de luchar contra un mal funcionamiento.