La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha advertido que cualquier discrepancia entre los reguladores globales sobre la nueva aprobación del 737 MAX de Boeing para vuelos comerciales podría sentar un precedente preocupante para futuros programas de aeronaves.
Los aviones 737MAX están paralizados desde marzo, después de los accidentes mortales sufridos por dos aeronaves de este tipo en Indonesia y Etiopía. Desde entonces, el fabricante aeronáutico está actualizando el software de control de vuelo que debe ser aprobado por los reguladores antes de que los aviones puedan volar nuevamente.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) ha decidido certificar los aviones de Boeing, lo que ha provocado que otras agencias reguladoras hagan lo mismo, certificando ellas mismas los 737MAX y sus actualizaciones, según informa Reuters.
“Con el 737 MAX estamos un poco preocupados porque no vemos la unanimidad normal entre los reguladores internacionales que debería producirse”, aseguró Alexandre de Juniac, director general de Iata, en una cumbre en Chicago.
“Vemos una discrepancia que va en detrimento de la industria”, agregó, e instó a los reguladores a realizar cambios en el proceso de certificación “de forma colectiva”.
Según la FAA, existe una “relación transparente y de colaboración” con otras autoridades de aviación civil, pero “será cada gobierno el que tome la decisión de devolver la aeronave al servicio en función de una evaluación exhaustiva”.
En una presentación ante el comité de transporte del Parlamento Europeo el martes pasado, el director ejecutivo de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA), Patrick Ky, dijo que el regulador regional tiene alrededor de 20 expertos, incluidos pilotos de prueba e ingenieros, que examinan el diseño del 737 MAX para asegurarse de que no haya fallos en las zonas críticas de seguridad.
Según esta presentación, la EASA está satisfecha con los cambios presentados por Boeing en el software de control de vuelo y cree que las mejoras en la capacitación de la tripulación están en progreso. Sin embargo, señaló que todavía no hay una respuesta adecuada a los problemas con la integridad del sistema de ángulo de ataque.
En los dos choques del 737 MAX, los datos erróneos de uno de los sensores de ángulo de ataque llevaron a la activación de un sistema automatizado que empujó repetidamente la nariz del avión.
Boeing señala que la aprobación de las entidades regulatorias para las reparaciones y la nueva capacitación de pilotos se producirá en octubre, aunque la FAA reiteró el martes que no tiene una fecha fija para volver a poner los aviones en el aire. “Nuestra prioridad es la seguridad y no hemos establecido un calendario para saber cuándo se completará el trabajo”, dijo la FAA.