La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) norteamericana cree necesario garantizar la integridad estructural de la cubierta del ventilador en los aviones Boeing 737 NG y evaluar si otras combinaciones de fuselaje y motor tienen ubicaciones críticas de impacto de las aspas del ventilador, según un informe hecho público este martes.
El informe, emitido tras la investigación abierta a raíz del accidente de un Boeing 737-700 de Southwest Airlines ocurrido el 17 de abril de 2018 en el que murió una pasajera y otros ocho sufrieron heridas leves, hace siete recomendaciones de seguridad sobre los aviones 737 de Boeing.
El motor CFM56 explotó en vuelo unos 20 minutos después de que el Boeing 737-700 con destino a Dallas despegara del aeropuerto de La Guardia de Nueva York con 149 personas a bordo. La explosión hizo que se rasgara el fuselaje del avión y destrozó una ventana que ocasionó la muerte de una pasajera. La ejecutiva de banco, Jennifer Riordan, de 43 años, murió cuando fue parcialmente succionada por la ventanilla rota al lado de su asiento, ya que la cabina sufrió una descompresión rápida. Otros pasajeros pudieron mantenerla dentro de la cabina, pero murió después a causa de las graves heridas sufridas.
«Este accidente demuestra que un aspa del ventilador puede fallar y liberarse de manera diferente a la observada durante las pruebas de certificación del motor y montada para análisis estructurales de fuselaje», dijo el presidente de NTSB Robert Sumwalt. “Es importante ir más allá del examen de rutina de las aspas del ventilador; se debe garantizar la integridad estructural de los componentes de la góndola del motor para varias combinaciones de fuselaje y motor «.
Las siete recomendaciones de la NTSB abordan la necesidad de garantizar la integridad estructural de la cubierta del ventilador en los aviones Boeing 737 NG y evaluar si otras combinaciones de fuselaje y motor tienen ubicaciones críticas de impacto de las aspas del ventilador, la importancia de tener azafatas aseguradas en un asiento de salto durante aterrizajes de emergencia, y orientación para mitigar los riesgos para los pasajeros afectados por una pérdida de capacidad de asientos durante el vuelo.
Boeing ha respondido en un comunicado oficial agradeciendo las recomendaciones de la NTSB y señalando que “nuestro objetivo común es ayudar a evitar que ocurran eventos similares en el futuro. La seguridad y la calidad son las principales prioridades de Boeing que se compromete a trabajar estrechamente con la FAA, los fabricantes de motores y las partes interesadas de la industria para implementar mejoras que aborden las recomendaciones de seguridad de la NTSB”.
“Todos los 737 NG son seguros para continuar funcionando normalmente ya que el problema se mitiga por completo con las inspecciones de las aspas del ventilador. Además, Boeing está trabajando en las mejoras de diseño para abordar completamente la recomendación de seguridad de la NTSB. Una vez aprobado por la FAA, ese cambio de diseño se implementará en la flota de NG existente a largo plazo. Este problema está limitado al 737 NG y no afecta al 737 MAX”, concluye Boeing.