La nave espacial de carga Dragon, de SpaceX, abandonó la Estación Espacial Internacional (ISS) después de que los controladores de vuelo en Houston enviaran órdenes al brazo robótico Canadarm2 de la estación.
El comandante de la Expedition 61, Luca Parmitano, de la Agencia Espacial Europea (ESA), respaldó a los controladores de tierra y monitoreó los sistemas de Dragon a medida que abandonaba el laboratorio orbital.
Luego, Dragon encendió sus propulsores para moverse a una distancia segura de la estación para iniciar después un encendido para desorbitar mientras se dirigía, asistido por paracaídas hacia el Océano Pacífico, al suroeste de Long Beach, California.
Algunas de las investigaciones científicas que Dragon trae a la Tierra incluyen:
– Rotifer-B1, que examina los efectos de los vuelos espaciales en pequeños animales acuáticos, llamados rotíferos, que se encuentran en los ecosistemas de agua dulce y en el suelo y son altamente resistentes a la radiación en la Tierra. La investigación analiza específicamente el metabolismo y el genoma del rotífero Adineta vaga para determinar si tienen mecanismos de adaptación similares en microgravedad.
– Rodent Research-19 examina la miostatina y la activina, vías de señalización molecular que influyen en la degradación muscular, como posibles objetivos para prevenir la pérdida muscular y ósea durante el vuelo espacial y mejorar la recuperación después del regreso a la Tierra. Este estudio también podría apoyar el desarrollo de terapias para una amplia gama de afecciones que causan pérdida muscular y ósea en la Tierra.
En la Tierra, nuestros cuerpos manejan la radiación de bajo nivel a través de una proteína natural que ayuda a nuestro cuerpo a procesarla de manera segura. El estudio “El crecimiento de cristales grandes y perfectos de proteínas para la cristalografía de neutrones” (cristales perfectos) tiene como objetivo ayudar a los científicos a encontrar una manera de abordar el problema de la radiación durante las misiones de vuelos espaciales de larga duración utilizando la misma proteína que ya está trabajando en nuestros cuerpos.
– El estudio de convección de polímeros examina los efectos de la gravedad en la formación y cristalización del material selectivo angular de banda ancha (BASM), un material óptico con la capacidad de controlar la reflexión y la absorción de la luz. BASM tiene aplicaciones en envases de polímeros, películas ópticas, energía solar y pantallas electrónicas.
Estos son solo algunos de los cientos de investigaciones que brindan oportunidades para EEUU, agencias gubernamentales, industria privada e instituciones académicas y de investigación para llevar a cabo investigaciones de microgravedad que conduzcan a nuevas tecnologías, tratamientos médicos y productos que mejoren la vida en la Tierra. La realización de la ciencia a bordo del laboratorio en órbita ayudará a aprender cómo mantener saludables a los astronautas durante los viajes espaciales de larga duración y a demostrar tecnologías para futuras exploraciones humanas y robóticas más allá de la órbita terrestre baja hacia la Luna y Marte.