La ESA solicitará a sus 22 Estados miembros en la Conferencia Ministerial reunida en Sevilla un aumento del 38% en los presupuestos para los tres próximos años con un incremento del 20% para las principales misiones científicas, desde la Juice para explorar Júpiter o Bepicolombo a Mercurio, hasta el desarrollo del telescopio espacial Euclides.
Según publica este miércoles el diario económico francés Les Echos, Jan Wörner, director general de la ESA, abogará por un presupuesto de unos 15.000 millones de euros para los próximos tres años, frente a los 10.500 millones votados en 2016. Ante los EEUU y China, que están dedicando presupuestos crecientes a la conquista del espacio, la ESA pedirá a los Estados miembros que hagan un esfuerzo especial durante los tres próximos años
El 30% de los fondos presupuestados serán para programas científicos, otro 30% para aplicaciones (observación de la tierra, telecomunicaciones, navegación, etc), el 20% para transporte espacial (cohetes Ariane y Vega y el puerto espacial Kourou), el 14% para exploración (estaciones espaciales internacionales, misión robótica en la Luna y Marte) y el 6% restante para tecnologías y seguridad.
En general, existe consenso sobre la necesidad de fortalecer el presupuesto de la ESA, al menos entre los principales contribuyentes: Francia, Alemania, Italia e incluso el Reino Unido.
En cuanto a los puntos de conexión, se han suavizado. La idea es principalmente consolidar programas bien comprometidos, como el paso del cohete Ariane 5 al Ariane 6, la creación de una red de navegación de vanguardia con la constelación de Galileo, la exploración marciana o la búsqueda de nuevas observaciones satelitales cada vez más agudas en la lucha contra el calentamiento global.
El desafío es recaudar suficiente dinero para financiar la lista cada vez mayor de proyectos. La ESA exige, por ejemplo, un presupuesto para la modernización del puerto espacial de Kourou en la Guayana Francesa.
Para la ESA, el desafío es mantener a Europa en una posición en el espacio cuando tiene un presupuesto cuatro veces menor que el de la Nasa. Una vez más, la ESA no discutirá por vuelos tripulados y demasiado caros. Participará en el gran proyecto estadounidense Artemisa de regreso del hombre en la Luna, pero de una manera modesta.
Jan Wörner aboga por un nuevo programa. Europa debe convertirse en un líder en seguridad espacial y protección del medio ambiente, argumenta. La ESA está pidiendo a los Estados que contribuyan con 600 millones de euros a un nuevo programa para automatizar los avisos de colisión, proporcionar datos muy precisos sobre las órbitas y limitar o eliminar los desechos espaciales. Con 40.000 pequeños asteroides en órbita alrededor de la Tierra, la ESA quiere impulsar una nueva misión, Hera, para demostrar las técnicas de desviación de asteroides en órbita.