El sector aéreo español ha conseguido amortiguar parte del golpe sufrido por la pandemia, demostrando flexibilidad y capacidad de adaptación en un entorno sumamente complicado. No obstante, exige “impulsar reformas urgentes y de calado, capaces de situarnos a la vanguardia mundial en términos de innovación y seguridad sanitaria y que alivien las cargas y trabas que dificultan la operativa del sector aéreo”.
Así, se desprende del Informe “La aviación europea y española, tras la pandemia”, elaborado por el Observatorio del Sector Aéreo, donde se destaca el potencial aéreo y turístico español a medio y largo plazo.
España se sitúa en la décima posición del índice de adaptación de la aviación al Covid-19, a pesar de que sus indicadores sanitarios y económicos están a la cola de Europa. Esto certifica que la aviación española ha sido capaz de adaptarse a la situación, con el esfuerzo e implementación de medidas internas drásticas y que su futuro crecimiento solo será posible si se desarrollan y aplican con rapidez reformas que incentiven el crecimiento.
Diego Sánchez de la Cruz, analista económico, director de Foro Regulación Inteligente y coordinador del estudio, asegura que “la aviación española ha sido capaz de adaptarse a la situación aplicando ajustes muy duros, de modo que su progreso futuro solo está garantizado si se adoptan reformas pro-crecimiento con urgencia y celeridad”.
En este sentido, el informe del Observatorio del Sector Aéreo insta a consolidar “un entorno regulatorio que facilite el desarrollo del turismo y la operatividad de la aviación, para que las empresas de ambos sectores puedan adaptarse lo antes posible al nuevo contexto sanitario, social y económico”.