A mediados del mes pasado había unos 17.000 aviones estacionados en unos 900 aeropuertos de todo el mundo, lo que representa un 60% de la flota global, según datos de la consultora internacional especializada en el sector aeronáutico Ascend by Cirium. La pregunta, ahora que se atisba el fin del confinamiento, es cómo emprenderán el vuelo y cómo habrá de cambiar el transporte aéreo hacia su vuelta a los cielos.
La atención comienza a centrarse en el futuro y en cómo las líneas aéreas y los aeropuertos esperan regresar gradualmente a algún tipo de normalidad. Tal como explica el corresponsal de negocios de la BBC, Theo Leggett, hay varios desafíos obvios de logística: “Se necesita preparar los aviones para volver a volar y los aeropuertos para recibirlos. También será necesario volver a programar los slots y preparar el personal disponible”.
Por su parte, Rafael Echevarne, director de la división para América Latina y el Caribe del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI-LAC) explica a BBCMundo que “mantener los aviones parados significa también un reto desde el punto de vista del mantenimiento de los motores, los sistemas hidráulicos, etc.”.
Algunos de estos aviones se han mantenido listos para volar de inmediato. Otros han estado realizando vuelos de carga o repatriaciones. Pero muchos de los aviones estacionados necesitarán una preparación de al menos una semana para volver a volar y necesitarán obtener certificados para verificar nuevamente que cumplen los estándares de seguridad.
Lo más probable, sin embargo, es que no se necesitarán todos estos aviones porque cuando reinicien sus actividades las aerolíneas comenzarán a operar un número limitado de vuelos. Y aquí es donde surgirá el primer gran desafío: a qué países se podrá volar y a cuáles no. Porque muchos países han establecido restricciones de viajes y dependerá del momento en que decidan levantar tales restricciones. Por eso, organizaciones como el ACi y la IATA están coordinando un ‘plan global de reinicio de vuelos’.
Encarecimiento de los vuelos
Pero, una vez resuelto el problema de cuándo volar, surgirá la pregunta cómo volar. Quizás el asunto que está provocando el mayor dolor de cabeza a los expertos es cómo mantener el distanciamiento social en un avión o en un aeropuerto.
La IATA ya ha dicho la pasada semana que el requisito de distanciamiento social a bordo de los aviones cambiaría fundamentalmente los parámetros. Con menos asientos disponibles a la venta, los costes unitarios aumentarían significativamente. En comparación con 2019, las tarifas aéreas deberían aumentar dramáticamente, del 43% al 54% dependiendo de la región, solo para cubrir los costes, ha asegurado la IATA.
Concretamente, en Europa, según los datos de dicha asociación, con un coeficiente de ocupación del 79%, el precio medio de billete el pasado año fue de 135 dólares, mientras que el coste medio ahora, con un distanciamiento social, supondría 201 dólares, lo que supone un 49% más.
En Sudamérica el coste de los billetes aumentaría un 50% debido al distanciamiento social; en la región de Asia-Pacífico, dejar un asiento vacío entre dos pasajeros supondría un incremento del billete del 54%; en el norte de Asia, sería del 45%; y en Norteamérica, África y Oriente Medio, el aumento sería del 43%, según la IATA.
Restricciones en aeropuertos
Por su parte, en estos momentos ACI, según revela Rafael Echevarne a BBCMundo, está diseñando protocolos con las compañías aéreas que van desde la protección de los trabajadores hasta la limitación del aforo a los aeropuertos o salas de embarque. Lo que se está estudiando, agrega, “es el uso obligatorio de mascarillas, distanciamiento entre los pasajeros, cómo se van a hacer los cacheos de seguridad sin necesidad de tocar al pasajero, el uso de tecnologías para evitar tocar a personas e instrumentos o de tecnologías de reconocimiento facial. Son protocolos para poder dar confianza a los pasajeros de que viajar en avión va a ser seguro”.
Entre las medidas que se están estudiando está limitar la admisión a los aeropuertos para que sólo entren las personas que van a volar. Y dentro del aeropuerto establecer marcas en el suelo para mantener las distancias. Pero como explica el experto de la ACI, esto significaría filas mucho más largas en los aeropuertos y una reducción enorme en el volumen de actividad.
John Holland-Kaye, director del aeropuerto de Heathrow, el más concurrido de Europa, descartó la idea del distanciamiento social en aeropuertos como algo “físicamente imposible”. Los aeropuertos deberán introducir medidas como revisiones sanitarias en las terminales para medir la temperatura corporal. Pero esta medida ha sido rechazada por expertos porque se ha visto que algunas personas contagiadas con el coronavirus pueden no mostrar síntomas.
Tal como señala el presidente y CEO de la IATA, Alexandre de Juniac, es necesario que cualquier medida que se introduzca sea implementada de forma coordinada alrededor del mundo para evitar caos y confusión. “Necesitamos evitar el tipo de situación que siguió al 11 de septiembre”, señala de Juniac en referencia a los atentados de 2001 en Nueva York.