El programa espacial chino ha sumado un nuevo hito con el lanzamiento exitoso del satélite de prueba 28B 01, transportado por un cohete portador Gran Marcha 4C desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang. La misión concluyó satisfactoriamente, colocando la carga útil en la órbita prevista y consolidando una vez más la fiabilidad de los lanzadores de la familia Long March.
El Long March 4C (o Gran Marcha 4C), desarrollado por la Octava Academia de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), es un lanzador de tres etapas propulsado por combustibles líquidos a temperatura ambiente. Este vector está diseñado para ofrecer una elevada versatilidad, con capacidad para colocar hasta tres toneladas de carga útil en órbita heliosíncrona a 700 kilómetros de altitud, y es apto para operaciones en todo tipo de condiciones meteorológicas y a cualquier hora del día.
Este vuelo representa la primera misión del equipo de pruebas de la serie Long March 4 en el Centro de Xichang tras casi un año de ausencia, lo que ha supuesto un ejercicio logístico y técnico especialmente significativo. Durante toda la preparación, el equipo de pruebas aplicó de forma rigurosa las normas organizativas y de calidad establecidas por CASC, manteniéndose alerta ante cualquier posible contingencia y reforzando las bases operativas del sistema.
Especial énfasis se ha puesto en los procedimientos de verificación y control de calidad, con el objetivo de erradicar fallos de bajo nivel y asegurar el desarrollo fluido de las operaciones. La misión ha sido coordinada de forma científica y meticulosa, reflejando una estrategia orientada a consolidar la fiabilidad del sistema y a minimizar cualquier margen de error.
Lanzador versátil para múltiples misiones
El Long March 4C, como evolución de la familia Long March, se caracteriza por su capacidad para realizar misiones de lanzamiento múltiple con un solo vector. Esta capacidad resulta clave en el contexto actual de proliferación de pequeños satélites y constelaciones, donde la eficiencia y flexibilidad en el acceso al espacio son factores determinantes.
El diseño modular del cohete permite acomodar distintos tipos de cargas útiles y requisitos orbitales, lo que lo convierte en un elemento estratégico dentro de la arquitectura de lanzamientos de China, tanto en el ámbito civil como, eventualmente, en aplicaciones gubernamentales y de defensa.
Con este lanzamiento, ya son 583 las misiones ejecutadas con vehículos de la serie Long March, consolidando su posición como columna vertebral del programa espacial chino. En paralelo a la expansión de sus capacidades de lanzamiento, China continúa desarrollando nuevos satélites para observación terrestre, navegación, telecomunicaciones, vigilancia y experimentación científica, así como reforzando su presencia en la órbita baja y media terrestre.
El éxito de esta misión no solo refleja la solidez técnica del vehículo lanzador y del equipo responsable, sino también el ritmo sostenido de actividad espacial del país asiático, que mantiene una agenda ambiciosa con miras al liderazgo en la nueva era espacial.
El desempeño del Long March 4C y la eficiencia mostrada en esta operación subrayan el compromiso de China con la mejora continua de sus plataformas de lanzamiento y la autosuficiencia tecnológica en el acceso al espacio.