El acceso independiente de Europa al espacio estará en peligro sin una reforma radical en el desarrollo de los servicios de lanzamiento de satélites, advirtió el jefe de la Agencia Espacial Europea (ESA), Josef Aschbacher, en declaraciones al diario económico londinense Financial Times.
Y dijo esto precisamente en vísperas del fracaso del histórico primer lanzamiento al espacio de satélites desde suelo británico el pasado lunes y solo tres semanas después del fracaso del lanzamiento del cohete más nuevo de Europa, el Vega-C, fabricado por la italiana Avio, en su segundo vuelo. La segunda etapa del cohete, un motor sólido llamado Zefiro-40, falló minutos después del despegue.
La misión fallida del Vega-C provocó la destrucción de dos satélites destinados a completar la constelación de imágenes de la Tierra Pléiades Neo, propiedad y operación de Airbus. Vega-C estará en tierra mientras se lleva a cabo una investigación sobre el fallo, lo que podría llevar varios meses. El cohete, que realizó su vuelo inaugural en julio, fue clave para la ambición de Europa de conservar el acceso independiente al espacio.
La ESA tuvo que reservar misiones con SpaceX de Elon Musk después de la suspensión del uso de la nave espacial Soyuz a raíz de la invasión rusa de Ucrania el año pasado y en medio de continuos retrasos en el Ariane 6 más grande, que ya tiene tres años de retraso.
“Nos enfrentamos a una crisis en el sector de los lanzadores”, dijo Aschbacher. “Esto ya es bastante malo, pero desperdiciar una crisis es aún peor. Ahora es el momento de ver realmente la forma en que queremos construir el sistema de lanzamiento en el futuro”. Europa no había logrado desarrollar servicios de lanzamiento “totalmente comerciales” bajo el modelo tradicional, lo que restringió la capacidad de la industria para asignar desarrollo y producción. “Si la industria asume la responsabilidad, entonces [ellos] pueden organizarse como deseen y donde crean que es más oportuno”, dijo Aschbacher.
Y añadió que “se necesitaba un enfoque dirigido por el mercado para garantizar que Europa siga teniendo una capacidad de lanzamiento soberana competitiva. Esto significaría dar al sector privado un mayor poder para decidir dónde y cómo construir los sistemas de lanzamiento de Europa”.
Las declaraciones del director general de la ESA vienen a coincidir con la reciente advertencia del presidente de la Asociación de Industrias Aeronáuticas y Espaciales de Francia (GIFAS) y CEO de Airbus, Guillaume Faury, quien, durante su saludo a la prensa con ocasión del Año Nuevo, señaló la grave crisis de lanzadores espaciales en Europa, como ya informó este diario.
“Nos encontramos en 2023 en una situación de crisis particularmente sin precedentes en lo que respecta al acceso al espacio en Europa”, indicó Faury. “En la actualidad, solo quedan dos unidades del lanzador Ariane 5; el Ariane 6 no volará hasta finales de este año; los vuelos de los lanzadores Vega y Vega C están actualmente cancelados, y el uso de la nave espacial Soyuz se suspendió tras la invasión rusa de Ucrania en febrero del pasado año”.