El resultado neto de Aena entre enero y septiembre de 2020 se ha situado en -107,6 millones de euros. Este dato refleja el impacto de la crisis de la Covid-19 y las restricciones a la movilidad, según informó el gestor aeroportuario de España.
El número de pasajeros en estos nueve meses ha caído un 69,7% en España, hasta los 64,9 millones. Si se contabilizan los datos del aeropuerto de Luton (Londres) y de los seis de Aena Brasil, la cifra de pasajeros asciende a 74,6 millones, un 68,7% menos que en el mismo periodo de 2019.
El descenso del tráfico se inició en marzo y se agudizó en primavera, con caídas de hasta el 99%. Con el fin del estado de alarma a finales de junio y la apertura de fronteras UE-Schengen, el tráfico se fue recuperando durante el verano, si bien volvió a caer desde mediados de agosto con la segunda ola de la Covid-19, las restricciones a la movilidad y las cuarentenas impuestas y medidas aplicadas por diversos países.
Los ingresos totales consolidados de la compañía han sido de 1.733,4 millones de euros, lo que supone un descenso del 49,7% respecto a los primeros nueve meses de 2019. La reducción del tráfico se ha traducido en una reducción de los ingresos aeroportuarios, que con 811,6 millones de euros se ha situado en un -63,6% respecto a 2019, mientras que los ingresos comerciales con 771,0 millones de euros, ha experimentado un descenso del 19,3%.
Con la reanudación de las operaciones, Aena volvió a reorganizar la operativa de los aeropuertos, abriendo las instalaciones y servicios necesarios para ello. No obstante, a pesar de esta reactivación, la compañía continúa con su política de ahorro de costes. Este trimestre ha alcanzado ahorros de 127,3 millones de euros que se añaden a los 157,1 millones de euros obtenidos durante el segundo trimestre del año.
El Consejo de Administración ha revisado este martes el incentivo planificado para la temporada de invierno y ha aprobado un nuevo incentivo extraordinario de recuperación de operaciones que adapta a las actuales circunstancias del mercado la política puesta en marcha en verano. Esta medida, que se aplicará entre el 1 de noviembre y el 31 de marzo, incentiva todos los movimientos operados, y no sólo los adicionales a determinado umbral, siempre que la aerolínea al menos alcance un 20% de recuperación con respecto al mismo mes de la temporada de invierno anterior.
El incentivo supone que las compañías recibirán un reembolso en la tarifa media mensual de aterrizaje equivalente al porcentaje de recuperación de las operaciones realizadas en la red de Aena, independientemente del número de pasajeros que transporten. De este modo, Aena se hace partícipe de las dificultades que incluye la programación de vuelos actualmente, con el objetivo de estimular la actividad de una manera continua y progresiva, para animar a las aerolíneas a aumentar su operativa diaria, semanal o mensual.