En virtud del fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que condena las ayudas estatales a Airbus, Washington amenaza con gravar en un 100% las importaciones del fabricante europeo en los EEUU, lo que duplicaría su precio y forzaría a las compañías estadounidenses a cancelar sus pedidos. Pero también se aplicaría ese gravamen a los elementos del fuselaje del A320 para la línea de montaje de Mobile en Alabama.
Según el secretario de Comercio de EEUU, Robert Lighthizer, Washington solo está esperando la validación de la OMC de la cantidad de daño para el próximo lunes para imponer los nuevos aranceles aduaneros, tal y como publicó la pasada semana el diario económico francés Les Echos.
Después de 15 años de procedimientos, la OMC confirmó en mayo del pasado año la persistencia de las ayudas económicas estatales a Airbus, abriendo el camino para las medidas de represalia aduanera de los EEUU.
El Departamento norteamericano de Comercio, que estima el daño en 11.200 millones de dólares, ya ha publicado antes del verano una lista de productos europeos que probablemente sufrirán estos aranceles. Se trata de una lista muy colorida, desde el vino y el queso hasta aviones y artículos de lujo, aceitunas, queso parmesano o whisky … Pero los productos civiles de Airbus serían los más afectados.
Pero los EEUU también han sido condenados por la OMC por su ayuda ilegal a Boeing, con un daño estimado por la Unión Europea en 12.000 millones de dólares, suficientes para prohibir el mercado europeo de productos de Boeing.
«Si EEUU nos impusiera sanciones, estaríamos listos para reaccionar en el marco de la OMC «, dijo el pasado jueves el ministro de Economía, Bruno Le Maire, con ocasión del Consejo Económico y Financiero franco-alemán, en París.
A diferencia de Boeing, Airbus tiene varias plantas industriales en los EEUU y compra bienes por valor de 17.000 millones de dólares de compañías estadounidenses. Además, Boeing vende más aviones en Europa que Airbus en los EEUU. Los aranceles estadounidenses y las represalias posteriores, por lo tanto, podrían costarle a la industria aeronáutica estadounidense más que a los europeos.
Por ahora, entre los funcionarios de la Comisión Europea todavía esperan un acuerdo entre Bruselas y Washington antes de que entraran en vigor las posibles sanciones norteamericanas, lo que no ocurriría hasta noviembre. El propio CEO de Airbus, Guillaume Faury, ha dicho al diario económico galo que “para los dos gigantes aeronáuticos de EEUU y Europa las sanciones tendrían un impacto negativo directo en ambos continentes; la única solución viable para ambas partes es llegar a un acuerdo”.