El sindicato USO alerta sobre las “graves carencias” que contiene el plan de reincorporación de Aena en el ámbito de la prevención y actuación frente al Covid-19 ante la apertura de fronteras y la activación de los vuelos.
“Es inconcebible que una empresa como Aena obligue a la reincorporación del 100% de la plantilla, sin justificación alguna y obviando las mínimas medidas de prevención y protección de la salud. Los trabajadores de la red de aeropuertos han estado trabajando y ahora se reincorporarán sin tener asegurado un estándar mínimo de desinfección y limpieza o de ventilación de los espacios en los que debemos trabajar”, denuncia Marta López, secretaria general de USO Grupo Aena.
Además, se critican los recortes que se están realizando en los servicios de limpieza de los aeropuertos, “en un momento en que la desinfección y limpieza de las instalaciones es más importante que nunca, sin establecerse los mínimos necesarios para instalaciones, oficinas y vehículos”, explican desde USO.
Por ello, desde USO denuncian que “Aena ha vuelto a mostrar su desprecio por la conciliación de la vida laboral, al ordenar la reincorporación de toda la plantilla en julio, independientemente de que puedan desarrollar su trabajo a distancia o de que tengan menores a su cargo. También se ha ordenado la reincorporación del personal sensible, que volverán al trabajo presencial unas semanas más tarde, sin considerar en ningún momento mantenerles con teletrabajo”.
Además de la falta de medidas de prevención frente al coronavirus, la plantilla tampoco conoce qué medidas adoptar cuando tengan un pasajero con sintomatología compatible con el Covid-19. De hecho, en centros como Alicante se ha dejado sin cubrir las vacantes del personal sanitario propio, que no sólo atendería a los trabajadores, sino también a cualquier usuario del aeropuerto.
“Las presiones de los accionistas y de parte del Gobierno de atraer turistas puede costarnos muy caro a todos. Es como si no recordáramos que parte de las cifras en España se deben al nulo control que se realizó de los viajeros procedentes de países con epidemia declarada”, puntualiza López, quien recalca que ha habido tiempo suficiente y colaboración con los representantes de los trabajadores para acordar medidas efectivas, pero parte de la Dirección de la compañía ha estado más preocupada por el reparto de dividendos y el control de pérdidas que de salvaguardar la salud pública. “Una empresa pública debería acatar las órdenes ministeriales del BOE, las que protegen a los trabajadores y la población en general, no sólo aquellas que rebajan salarios a los empleados públicos”, concluye López