La empresa aeroespacial norteamericana SpaceX está dispuesta a lanzar la quinta prueba de vuelo de Starship el próximo domingo, siempre y cuando cuente para ello con la aprobación de la autoridad regulatoria, según anunció este martes. La propia empresa señaló que el cuarto vuelo fue un gran éxito. “A un ascenso totalmente exitoso le siguió el primer aterrizaje suave de un cohete en el Golfo de México y la Starship logró realizar un brillante reingreso, antes de su propio aterrizaje y amerizaje en el Océano Índico”, indicó.
La quinta prueba de vuelo de Starship tendrá como objetivo dar otro paso hacia la reutilización completa y rápida. Los objetivos principales serán intentar el primer regreso a la plataforma de lanzamiento y la captura del cohete Super Heavy y otro intento de reingreso y aterrizaje de Starship, con el objetivo de que Starship americe en el Océano Índico.
Antes de esta prueba de vuelo, se han realizado amplias mejoras en el hardware y el software de Super Heavy, Starship y la infraestructura de la torre de lanzamiento y captura en Starbase. Los ingenieros de SpaceX han pasado años preparándose y meses probando el intento de captura del cohete y los técnicos han dedicado decenas de miles de horas a construir la infraestructura para maximizar nuestras posibilidades de éxito. No aceptamos concesiones cuando se trata de garantizar la seguridad del público y de nuestro equipo, y el regreso solo se intentará si las condiciones son las adecuadas.
Se deben cumplir miles de criterios distintos en cuanto a vehículos y plataformas antes de intentar regresar y atrapar al cohete Super Heavy, lo que requerirá sistemas en buen estado en el cohete y la torre y una orden manual del director de vuelo de la misión. Si esta orden no se envía antes de que se complete el intento de regreso o si los controles de estado automáticos muestran condiciones inaceptables en el cohete Super Heavy o en la torre, el cohete adoptará una trayectoria predeterminada que lo llevará a un aterrizaje y un amerizaje suave en el Golfo de México.
El cohete que regresa disminuirá su velocidad supersónica, lo que provocará explosiones sónicas audibles en el área alrededor de la zona de aterrizaje. Generalmente, el único impacto para quienes se encuentran en el área circundante de una explosión sónica es el breve ruido similar a un trueno, y variables como el clima y la distancia desde el sitio de regreso determinan la magnitud que experimentarán los observadores.
La Starship seguirá una trayectoria similar a la del vuelo de prueba anterior, con un aterrizaje en el océano Índico. Esta trayectoria de vuelo no requiere una quema de desorbitación para el reingreso, lo que maximiza la seguridad pública y, al mismo tiempo, brinda la oportunidad de cumplir con nuestro objetivo principal de un reingreso controlado y un aterrizaje suave de la Starship en el agua.
Una de las mejoras clave de Starship antes del vuelo fue una reestructuración completa de su escudo térmico y los técnicos de SpaceX dedicaron más de 12.000 horas a reemplazar todo el sistema de protección térmica con placas de nueva generación, una capa ablativa de respaldo y protecciones adicionales entre las estructuras de los flaps. Este esfuerzo masivo, junto con las actualizaciones de las operaciones de la nave y el software para el reingreso y el aterrizaje, buscará mejorar el vuelo anterior y llevar a Starship a un amerizaje suave en el área objetivo en el Océano Índico.
“Con cada vuelo, aprovechamos los aprendizajes del anterior y probamos mejoras en el hardware y las operaciones en todas las facetas de Starship. Estamos a punto de demostrar técnicas fundamentales para el diseño totalmente reutilizable y rápido de Starship. Si seguimos mejorando nuestro hardware en un entorno de vuelo y lo hacemos de la forma más segura y frecuente posible, pondremos en funcionamiento rápidamente Starship y revolucionaremos la capacidad de la humanidad para acceder al espacio”, señaló SpaceX.