Sitael, empresa italiana especialista en el desarrollo de satélites pequeños, ha firmado un acuerdo con la alemana OHB System AG, contratista de carga útil del satélite de observación hiperespectral terrestre CHIME (Copernicus Hyperspectral Imaging Mission), que forma parte del programa Copernicus de la ESA. El objetivo del contrato es el diseño y desarrollo de uno de los elementos clave del instrumento hiperespectral, la unidad avanzada de alimentación y control (IPU – Instrument Power Unit), que se encargará de alimentar y controlar los diversos mecanismos esenciales para las operaciones del instrumento, controlando además la estabilidad de la temperatura.
Chiara Pertosa, presidenta de Sitael, asegura que “hemos estado involucrados en el pasado, con suministros clave para los satélites Sentinel 1 y Sentinel 3. Con esta nueva actividad, confirmamos el posicionamiento de Sitael como empresa de referencia en el ecosistema espacial italiano para el suministro de tecnología para misiones ambiciosas, como Copernicus”.
La misión CHIME, desarrollada por Thales Alenia Space como contratista principal, es parte de la expansión del programa Copernicus Space Component de la Agencia Espacial Europea, ESA, en asociación con la Comisión Europea. El programa insignia europeo Copernicus proporciona datos de observación de la Tierra y una amplia gama de servicios para el control y la protección del medio ambiente, el control del clima y la evaluación de desastres naturales para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos europeos.
Esta misión llevará un espectrómetro infrarrojo de onda corta visible y única para proporcionar observaciones hiperespectrales de rutina para respaldar servicios nuevos y mejorados para la seguridad alimentaria, la gestión agrícola y de la biodiversidad, así como la caracterización de la propiedad del suelo, las prácticas mineras sostenibles y la preservación del medio ambiente. La misión, cuya franja instantánea es de 128 kilómetros, complementará a Copernicus Sentinel-2 para aplicaciones como el mapeo de la cobertura terrestre.
CHIME funcionará a unos 600 kilómetros de la superficie terrestre. La electrónica de la UIP ha sido diseñada para soportar el vacío espacial y las bajas temperaturas, así como las fuertes radiaciones, además, su arquitectura redundante asegurará una total fiabilidad.
Rüdiger Schönfeld, director de Sistemas de Observación de la Tierra en OHB System AG, asegura que “la nueva misión Copernicus CHIME ayudará a enfrentar desafíos futuros como la seguridad alimentaria en vista del cambio climático. En este contexto, la misión CHIME se beneficia del conocimiento acumulado en OHB como parte del proyecto EnMAP”.