Safran y la École de technologie supérieure (ÉTS) han inaugurado la Cátedra de Investigación industria para el desarrollo de sistemas sostenibles de aeropropulsión con el objetivo de ayudar a resolver el incremento de los gases de efecto invernadero en la aviación, reduciendo las emisiones de partículas finas y ultrafinas de los motores de los aviones en su origen.
«Para crear motores más limpios, debemos comprender completamente los procesos físicos y químicos que resultan en la formación de emisiones contaminantes, tanto en los componentes del motor como en el chorro de propulsión», explicó François Garnier, investigador de la facultad de la ÉTS.
Así, el profesor Garnier y su equipo de investigación desarrollará modelos para identificar mejor la dinámica de los aerosoles y sus precursores gaseosos. Los datos experimentales se utilizarán para calibrar los modelos para la mejor representación posible de la realidad.
“Cada dos segundos, en algún lugar del mundo, un avión equipado con un motor Safran despega. Además, aunque la aviación civil ha mejorado considerablemente su eficiencia energética y ha reducido sus efectos sobre la calidad del aire en las últimas décadas, el crecimiento del tráfico aéreo está ejerciendo presión sobre el medio ambiente. Frente a esta realidad, Safran está explorando todas las vías posibles para reducir la huella ambiental de la industria aeronáutica, y nuestra participación en esta Cátedra nos ayudará a lograr ese objetivo”, explica Sylvain Boisvert, director general de Safran en Canadá.
Actualmente, existe un estándar de certificación de transición para partículas no volátiles (emisiones de humo) que se encuentran en las cercanías de los aeropuertos, pero no se aplica a las emisiones de partículas volátiles (vPM). Esto cambiará pronto ya que dos nuevas normas internacionales entrarán en vigencia en 2020: una para las emisiones de vPM y otra relacionada con las emisiones de CO2. El trabajo de investigación dirigido por Garnier ayudará a los OEM a adaptarse a los nuevos estándares.
La industria aeroespacial mundial, a través de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), se ha comprometido a reducir su huella ambiental. Varios proyectos de investigación dirigidos por investigadores aeronáuticos de ÉTS se centran en varios frentes identificados por la OACI, como los biocombustibles, el diseño de motores más eficientes en combustible y de sistemas de propulsión eléctricos e híbridos, la reducción de la masa de las aeronaves y la mejora de la gestión de las diversas fases del vuelo.