ZeroAvia ha firmado un acuerdo con RVL Aviation para operar aeronaves Cessna Grand Caravan modernizadas con el sistema de propulsión ZA600 de hidrógeno-eléctrico y cero emisiones de ZeroAvia. Los vuelos dentro de las Islas Británicas comenzarán una vez que se obtenga la certificación del motor, la integración del fuselaje y los servicios planificados, y se completen todos los trabajos de modernización y capacitación.
El análisis realizado por RVL y ZeroAvia confirma que la Cessna Caravan, equipada con el sistema ZA600, cumpliría con los requisitos operativos actuales, eliminando prácticamente por completo el impacto climático. Actualmente, existen cerca de 1.000 aeronaves que operan rutas de carga en todo el mundo y que, en el futuro, podrían estar equipadas con sistemas de propulsión ZA600.
El acuerdo actual se centra en un tipo de aeronave, la Cessna Caravan 208B, y RVL colabora con MONTE, especialista en cero emisiones, para el arrendamiento de la aeronave. Los socios explorarán oportunidades para lanzar nuevas operaciones con turbohélices pequeños en la creciente red de RVL, basándose en el éxito de las operaciones iniciales, así como para expandir la tecnología a sus otras operaciones cuando la tecnología y las condiciones operativas lo permitan.
RVL Aviation es un proveedor especializado en servicios de aviación con más de 40 años de experiencia. La empresa y su equipo de profesionales cualificados aportan su experiencia a una amplia gama de organizaciones gubernamentales y del sector privado, contribuyendo así a la prosperidad económica y ambiental. RVL Aviation tiene su sede en el Aeropuerto de East Midlands y opera principalmente desde su hangar e instalaciones de mantenimiento. Sus capacidades incluyen reconocimiento aéreo, vigilancia aérea, servicios de dispersión aérea y alquiler de aeronaves.
Los motores eléctricos de hidrógeno de ZeroAvia utilizan hidrógeno en pilas de combustible para generar electricidad que impulsa los motores eléctricos que impulsan los propulsores, siendo el único subproducto agua. Los análisis sugieren que el cambio a la propulsión con pilas de combustible puede reducir el impacto climático general en torno al 90%. Además, la propulsión eléctrica de hidrógeno puede reducir los costes operativos generales de los portaaviones debido a la menor necesidad de mantenimiento y a los menores costes de combustible en las operaciones a escala.