El equipo de la misión ExoMars, de la Agencia Espacial Europea (ESA) y Roscosmos ha realizado importantes pruebas de caída en paracaídas como preparación crucial para un aterrizaje seguro en Marte en 2023, según informó la ESA.
El rover europeo Rosalind Franklin de la ESA buscará signos de vida pasada debajo de la superficie de Marte con su exclusivo taladro de dos metros y laboratorio a bordo. La plataforma rusa de ciencia de superficie Kazachok estudiará el medio ambiente en el lugar de aterrizaje. Aterrizar en Marte es siempre un desafío y se tienen en cuenta todos los parámetros posibles.
El programa ExoMars comprende dos misiones: la primera, Trace Gas Orbiter, lanzada en 2016, mientras que la segunda, que comprende un rover y una plataforma de superficie, está prevista para el 20 de septiembre de 2022 desde el cosmódromo de Baikonuer, en Kazajstán. su llegada a Marte está programada para el 10 de junio de 2023. El objetivo de ambas misiones es despejar la cuestión de si alguna vez existió vida en Marte.
Al comienzo de este verano se llevaron a cabo en Kiruna, Suecia, pruebas de caída a gran altitud de los paracaídas de la misión ExoMars, de la ESA y Roscosmos. El paracaídas principal de la primera etapa, de 15 metros de ancho, funcionó sin problemas a velocidades supersónicas, mientras que el paracaídas de la segunda etapa, de 35 metros de ancho, experimentó un daño menor.