Nueve personas, entre ellas Kobe Bryant, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos de la NBA, y su hija de 13 años, murieron este domingo al estrellarse el helicóptero en que viajaban, un Sikorsky S-76 propiedad del deportista, cerca de Los Ángeles.
La causa del accidente es desconocida y una investigación realizada por la Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) podría llevar meses. En medios periodísticos se apunta que las condiciones meteorológicas eran mínimas a la hora del vuelo.
El helicóptero cayó entre la niebla en un terreno montañoso a las afueras de la localidad californiana de Calabasas, a unos 65 km al noroeste del centro de Los Ángeles, lo que provocó un incendio forestal, dijeron las autoridades.
«No hubo supervivientes«, dijeron los responsables del condado en una conferencia de prensa, confirmando que la documentación del vuelo indicaba que viajaban nueve personas a bordo.