La movilidad aérea pasa por los aviones de hidrógeno, los aeropuertos sin torres de control y los aerotaxis, concluye el II Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades, organizado por El Español e Invertia.
«La movilidad aérea a pleno rendimiento no llegará hasta 2023-2024”, subrayó Juan Cierco, director corporativo de Iberia, quien fue el encargado de iniciar la conversación. Algo con lo que coincidió Isabel del Pozo, directora de programas corporativos para Airbus en España: «todavía no estamos a los niveles de 2019, veníamos de unos años de bonanza importantes, con unos ratios de crecimiento muy relevantes”.
Pablo Caballero, director general de FerroNATS, resaltó en este sentido que 2019 fue un año récord para el tránsito aéreo. “Gestionábamos uno de cada cinco vuelos que despegaban de los aeropuertos españoles, es decir, estábamos a máxima capacidad de nuestra operativa. La llegada de la pandemia planteó el gran reto de adaptación a la nueva situación”.
Asimismo, Amparo Brea, chief green officer de Aena, destacó la recuperación que ha vivido el sector en estos últimos meses: “gracias a las vacunas, la actividad está creciendo considerablemente, sobre todo desde el verano hasta ahora. Además, se prevé una muy buena temporada de invierno”.
El director corporativo de Iberia hizo un llamamiento al raciocinio: “no podemos gestionar el reto de una aviación sostenible desde frases hechas, la industria aeronáutica representa un 2,4% de las emisiones de CO2 en el mundo, por lo que no se puede poner en riesgo la sostenibilidad laboral o económica a cambio de solo una sostenibilidad. Cierco “ve absurdo prohibir los vuelos de corto radio”.
Por parte de Airbus, su directora de programas corporativos apuntó que desde 1990 el sector aeronáutico ha reducido sus emisiones en un 50%. «La evolución que hemos tenido no va a ser suficiente para alcanzar el reto de 2050, hay que optar por soluciones más ambiciosas como el avión de hidrógeno«, reiteró. Aunque también señaló que “una solución intermedia sería el combustible sostenible de aviación (SAF)”. Además, al ser preguntada por los taxis voladores, Del Pozo añadió que “no se descarta su llegada a las ciudades, aunque todavía tienen que pasar muchos trámites de regulación”.
Finalmente, Enrique Maurer, director de Servicios de Navegación Aérea de Enaire, centró su intervención en el Cielo Único Europeo, proyecto que “no deja de ser el tener un cielo sin fronteras basado en la compartición de sistemas y redes de comunicación. Actualmente el espacio aéreo está organizado teniendo en cuenta las necesidades y preferencias de cada país, por lo que existen limitaciones geográficas y la demanda no se acomoda dinámicamente. Todo esto redunda en una falta de eficiencias y de costes”, explicó. Por eso, el directivo de Enaire reclamó que “se lleve a cabo un cambio estructural urgente del modelo y se haga realidad un cielo único europeo: más eficiente, digital y sostenible”.
Sobre el futuro la movilidad aérea, Maurer indicó que “cada vez va a haber más competencia en el control del tráfico aéreo e hizo referencia al inicio de la liberalización llevada a cabo en España”. Además, destacó el rol de los drones: “se presenta un nuevo ecosistema donde nos tenemos que posicionar”, y recordó la alianza que tienen con Indra para desarrollar una empresa satelital: “el satélite es el futuro y uno de los grandes retos tecnológicos a los que nos enfrentamos”. Esta iniciativa está enmarcada dentro el plan estratégico de Enaire: Plan de Vuelo 2025.