Tras varios aplazamientos, la Nasa y la compañía Blue Origin se disponen este martes a lanzar el cohete suborbital New Shepard para la prueba de las tecnologías de alunizaje de precisión, lanzamiento que fue suspendido por dos veces a finales del pasado mes de septiembre.
Estaba previsto que las tecnologías para permitir aterrizajes exactos y suaves en la Luna y otros mundos volaran en el lanzamiento del cohete suborbital New Shepard de Blue Origin, La trayectoria de vuelo del cohete es relevante para los aterrizajes lunares, brindando una oportunidad única para madurar sensores y algoritmos para su uso potencial en misiones de Artemisa.
Desde el borde del cráter Shackleton hasta las regiones en sombra permanente de la Luna, un conjunto de sensores desarrollado por la Nasa podría permitir que misiones robóticas y tripuladas aterricen precisamente en la superficie lunar en la mitad de la distancia de un campo de fútbol.
La Dirección de Misiones de Tecnología Espacial (STMD) de la Nasa seleccionó a Blue Origin para un contrato Tipping Point en 2018 para ayudar a aumentar el acceso a las superficies planetarias. “Esta asociación público-privada es un gran ejemplo de cómo la Nasa y la industria trabajan juntas en objetivos comunes: explorar más espacios de la Luna y eventualmente llevar astronautas a Marte”, dijo Jim Reuter, administrador asociado de la STMD.
Los sensores y el software especializado son fundamentales para el conjunto de tecnología de aterrizaje seguro y preciso: evolución de capacidades integradas (SPLICE) de la Nasa. Esta prueba de vuelo, la primera de dos bajo la asociación Tipping Point, demostrará el rendimiento de dos sistemas de sensores de aterrizaje de precisión desarrollados por la Nasa, algoritmos avanzados y una nueva computadora.