El satélite internacional FODA, que la Nasa lanzará a finales del año próximo, constituye la misión internacional Surface Water and Ocean Topography y tiene por objeto medir el agua de los ríos lagos, mares y océanos de la Tierra. FODA ayudará a los investigadores a comprender y rastrear el volumen y la ubicación del agua, un recurso finito en todo el mundo, haciendo el primer estudio verdaderamente global de la Nasa del agua superficial del planeta.
Los datos ayudarán a monitorizar los cambios en las llanuras y los humedales, medir la cantidad de agua dulce que entra y sale de los lagos y ríos de la Tierra y regresar al océano, y rastrear los cambios regionales en el nivel del mar a escalas nunca antes vistas. Proporcionará información sobre corrientes oceánicas a pequeña escala que respaldarán las operaciones marinas en tiempo real afectadas por mareas, corrientes, marejadas ciclónicas, transporte de sedimentos y problemas de calidad del agua.
La información que recopile FODA también proporcionará, por primera vez, evidencia observacional global de cómo las corrientes circulares, llamadas remolinos, contribuyen a los cambios en el océano, así como su almacenamiento de energía y calor o cómo se mueve el carbono a través de él.
Pero antes de que la misión pueda hacer todo eso, los ingenieros y técnicos deben terminar de construir la nave espacial. La carga útil que transportará los instrumentos científicos de este enorme satélite está tomando forma en una sala limpia del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la Nasa en el sur de California, donde se están realizando pruebas rigurosas. A finales del próximo mes, viajará a Francia, donde ingenieros y técnicos de la agencia espacial francesa Centre National d’Etudes Spatial (CNES), su contratista principal Thales Alenia Space y JPL completarán la construcción y prepararán el satélite para su envío a su país. El sitio de lanzamiento será la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg, en California.
Para el director de proyectos del JPL, Parag Vaze, es fundamental garantizar que el traspaso a su homólogo del CNES, Thierry Lafon, se desarrolle sin problemas. Ingeniero de formación, Vaze ha estado trabajando en misiones de satélites terrestres durante 25 años en JPL. Ha sido el director de proyectos de varias misiones que miden el nivel del mar, incluidos Jason-2, Jason-3 y el satélite Sentinel-6 Michael Freilich, que se lanzó a la órbita terrestre baja en noviembre pasado mientras FODA se estaba ensamblando en el JPL.