La Agencia Espacial Europea (ESA) se ha propuesto crear una constelación de satélites comercialmente viable alrededor de la Luna. Para ello, financiará dos consorcios de empresas que diseñarán definiciones detalladas sobre cómo proporcionar servicios de telecomunicaciones y navegación para misiones a la Luna, en el marco de la iniciativa Moonlight de la agencia.
El primero de los consorcios estaría liderado por SSTL, Surrey Satellite Technology, tanto en la capacidad principal de prestación de servicios, gracias a su marca de servicios lunares SSTL Lunar, como en calidad de constructor de satélites. El consorcio también incluye al constructor de satélites Airbus; los proveedores de redes satelitales SES, con sede en Luxemburgo, y Kongsberg Satellite Services, con sede en Noruega; la estación terrestre de Goonhilly, en el Reino Unido, y la empresa británica de navegación satelital GMV-NSL.
El otro consorcio estará encabezado por Telespazio (sociedad conjunta formada por Leonardo al 67 % y Thales al 33 %), que trabajará con el constructor de satélites Thales Alenia Space (sociedad conjunta formada por Thales al 67 % y Leonardo al 33 %); el operador de satélites Inmarsat, con sede en el Reino Unido; la empresa canadiense de tecnología espacial MDA; Telespazio Germany y el constructor de satélites alemán OHB Systems ; el operador de satélites español Hispasat, así como la empresa italiana Aerospace Logistics Technology Engineering Company (ALTEC), la empresa de ingeniería aeroespacial Argotec, Nanoracks Europe, el Politecnico Milano y la Università Commerciale Luigi Bocconi.
Los contratos fueron firmados en nombre de la ESA por Elodie Viau, directora de Telecomunicaciones y Aplicaciones Integradas, en presencia de David Parker, director de Exploración Humana y Robótica de la ESA, y Paul Verhoef, director de Navegación de la ESA.
Viau asegura que «un vínculo duradero con la Luna permite la exploración espacial sostenible para todos nuestros socios internacionales, incluidas las empresas espaciales comerciales. Al utilizar un servicio de navegación y telecomunicaciones respaldado por la ESA para la Luna, los exploradores podrán navegar sin problemas y transmitir a la Tierra todos los conocimientos adquiridos en estas misiones lunares».
Además, la directora de Telecomunicaciones ha explicado que «un sistema de navegación y telecomunicaciones robusto, confiable y eficiente hará que las docenas de misiones individuales planeadas para la Luna sean más rentables y permitirá que los países más pequeños se conviertan en naciones con viajes espaciales, inspirando a la próxima generación de científicos e ingenieros».
Mejoras para las misiones futuras
Decenas de equipos internacionales, institucionales y comerciales tienen proyectado enviar misiones a la Luna con vistas a establecer una presencia humana permanente. En unos años, estos viajes se convertirán en algo habitual y no en expediciones naturales. De hecho, muchas de estas iniciativas provienen de las principales instituciones espaciales en China, India, Japón y Rusia, junto con otras naciones espaciales, así como entidades privadas en todo el mundo.
El empleo de un servicio de navegación y telecomunicaciones compartido reduciría la complejidad del diseño de las futuras misiones y haría que fueran más ligeras, dejando así espacio para más instrumentos científicos u otras cargas, lo que a su vez permitiría abaratar los costes de cada misión. Además, los radioastrónomos podrían establecer observatorios en el lado opuesto de la Luna, los vehículos exploradores podrían deslizarse sobre la superficie lunar más rápidamente e, incluso, podría permitir la teleoperación de rovers y otros equipos de la Tierra.
Reducir el precio del billete a la exploración lunar podría permitir a un grupo más amplio de estados miembros de la ESA lanzar sus propias misiones lunares nacionales. Incluso con un presupuesto relativamente bajo, una nación espacial emergente podría enviar una misión científica CubeSat a la Luna, inspirando a la próxima generación de científicos e ingenieros.
Los organismos comerciales podrían utilizar tecnologías innovadoras desarrolladas para la Luna para crear nuevos servicios y productos en la Tierra, lo que crearía nuevos puestos de trabajo e impulsaría la prosperidad. También podrían identificar nuevos servicios y productos habilitados para la Luna, como juegos de realidad virtual en los que los jugadores manipulan robots lunares o ven a través de los ojos de los astronautas lunares.
La ESA está proporcionando varios módulos de servicio para que el programa Artemisa de la Nasa devuelva humanos a la Luna para 2024, incluido el módulo de comunicaciones ESPRIT para las viviendas de los astronautas en el portal lunar. Con su socio industrial europeo, la ESA está ayudando a construir el módulo lunar Pathfinder, mostrando la provisión de servicios de comunicaciones lunares al brindar servicios iniciales a las primeras misiones lunares, incluida una demostración completa de navegación lunar en órbita. La iniciativa Moonlight se basa tanto en el módulo de comunicaciones ESPRIT como en el Lunar Pathfinder.