La Agencia Espacial Europea (ESA) debe votar esta semana si aprueba el acuerdo firmado la pasada semana por los ministros de Economía de Francia, Bruno Le Maire y de Alemania, Peter Altmaier, sobre el Ariane 6. No obstante, los compromisos previstos están sin duda lejos de un apoyo unánime ya que el acuerdo franco-alemán anunciado la pasada semana sobre política espacial europea aún no ha obtenido las bendiciones de Italia, impulsora del cohete Vega.
El compromiso firmado entre Le Maire y Altmaier, que tiene como objetivo preservar el futuro del Ariane 6 al tiempo que abre el mercado a la competencia de pequeños lanzadores, aún debe convencer a los Estados socios de la ESA. El acuerdo suscrito contempla una financiación adicional para el Ariane 6 del orden de 140 millones de euros al año, a fin de permitir que el cohete equilibre su balance sobre la base de cuatro lanzamientos institucionales y tres comerciales por año.
Francia participa en un 52% en Ariane 6, Alemania en un 22%, Italia en un 6%, España en un 5%; Bélgica, los Países Bajos y Suiza en un 3% cada uno y Suecia en un 2%.
Lo positivo es que el acuerdo propone darle al cohete Ariane 6 un impulso vital durante seis años. El reemplazo de Ariane 5 se puso en marcha en 2014 sobre la base de una perspectiva comercial de al menos diez a doce lanzamientos anuales. Un objetivo hoy inalcanzable ante la evolución del mercado, con una competencia cada vez más agresiva y barata, y cada vez menos satélites grandes para poner en órbita.