Los equipos de la ESA avanzan en el desarrollo de la nave espacial Space Rider que espera realizar una serie de pruebas de caída en 2023. Estas pruebas de caída con modelos a pequeña escala será seguido por una prueba a gran escala en previsión del vuelo inaugural previsto para finales de 2024.
En concreto, los equipos de ingeniería concluyeron recientemente la revisión crítica del diseño del proyecto y esperan consolidar el diseño a principios de 2023. También se está trabajando para finalizar la selección de las cargas útiles que volarán en el primer vuelo.
El Space Rider reutilizable será un vehículo de cuerpo de elevación, aproximadamente del tamaño de dos minivans. Está diseñado para aterrizar con una precisión de 150 metros bajo un paracaídas orientable conocido como parapente, que será objeto de algunas de las próximas pruebas de caída. El lanzamiento será llevado a cabo por el cohete Vega-C , que completó su vuelo inaugural en julio de 2022 desde el puerto espacial europeo en la Guayana Francesa. Según ha señalado Dante Galli, gerente del Programa Space Rider de la ESA, “Space Rider es nuestro propio laboratorio no tripulado en el espacio”.
Usando los conceptos de control de vuelo y la aerodinámica demostrada por el programa Intermediate eXperimental Vehicle (IXV) de la ESA, Space Rider transportará cargas útiles para una variedad de aplicaciones, altitudes de órbita e inclinaciones. El vehículo es visto como el futuro de la investigación europea en órbita terrestre baja y microgravedad, apoyando el desarrollo de tecnología para materiales, productos farmacéuticos, observación de la Tierra y otros campos. Space Rider será una plataforma ideal para la validación y demostración en órbita de nuevas tecnologías.
Después de aterrizar de manera segura en la Tierra, Space Rider será reacondicionado para su reutilización, con cada vehículo diseñado para realizar al menos cinco re-vuelos de aproximadamente dos meses de duración. Hasta 600 kilogramos o 1000 litros de carga útil pueden caber dentro de la bodega de carga ambientalmente controlada. La bahía de carga de Space Rider se abre para ofrecer vistas de la Tierra o del espacio profundo, y la nave espacial contará con capacidad de puntería precisa para misiones de observación.
El director de Transporte Espacial de la ESA, Daniel Neuenschwander, ha asegurado que “el acceso al espacio también significa regresar a la Tierra. Space Rider será un pilar clave de las capacidades robustas e independientes de Europa en órbita, y su reutilización nos brindará un acceso asequible a vuelos frecuentes”.