La misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha completado con éxito su sobrevuelo de Marte, utilizando su instrumentación para estudiar la superficie del planeta rojo y de su luna Deimos, la más pequeña y enigmática de sus dos lunas. Se trata de la primera vez que la misión emplea sus sensores científicos fuera de la Tierra y la Luna, lo que representa un hito en su viaje hacia el sistema binario de asteroides Didymos-Dimorphos.
Hera, lanzada el 7 de octubre de 2024, es la misión europea que complementará los datos obtenidos por DART, la sonda de la Nasa que impactó contra Dimorphos en 2022 en el primer experimento de desviación de asteroides. Su objetivo es proporcionar información detallada sobre los efectos del impacto y convertir la defensa planetaria en una estrategia viable y repetible.
El 12 de marzo, la sonda realizó su sobrevuelo de Marte a una distancia mínima de 5.000 kilómetros, utilizando la gravedad del planeta para redirigir su trayectoria hacia Didymos. Esta maniobra, diseñada por el equipo de Dinámica de Vuelo de la ESA, permitió acortar su viaje en varios meses y reducir el consumo de combustible.
En el proceso, Hera se desplazó a 9 kilómetros por segundo con respecto a Marte, logrando captar imágenes de Deimos desde solo 1.000 kilómetros de distancia, incluyendo su cara oculta, poco estudiada hasta la fecha. Deimos, con 12,4 kilómetros de diámetro y cubierta de polvo, podría ser el fragmento de un impacto gigante en Marte o bien un asteroide capturado por su gravedad.
«Nuestro equipo de análisis y dinámica de vuelo ha hecho un trabajo excepcional al planificar esta asistencia gravitatoria,» destacó Caglavan Guerbuez, jefe de operaciones de la misión Hera. «Ajustar la trayectoria para acercarnos a Deimos supuso un desafío adicional, pero valió la pena por la calidad de los datos obtenidos.»
Instrumentos en acción
Durante el sobrevuelo, Hera activó tres de sus instrumentos principales para recopilar datos sobre Marte y Deimos:
– Cámara de encuadre de asteroides: captura imágenes en luz visible con resolución 1020×1020 píxeles para navegación y análisis científico.
– Hiperespectral Hyperscout H: analiza la composición mineral de la superficie en 25 bandas espectrales visibles e infrarrojas cercanas.
– Cámara térmica infrarroja (JAXA): mide la temperatura superficial, permitiendo caracterizar rugosidad, tamaño de partículas y porosidad.
«Es la primera vez que utilizamos nuestros instrumentos en un pequeño satélite natural que sigue siendo un enigma,» señaló Michael Kueppers, científico de la misión en la ESA. «Los resultados podrían aportar información clave sobre el origen de Deimos y su evolución.»
Además, Hera realizó observaciones conjuntas con la sonda Mars Express, en órbita marciana desde hace más de 20 años, lo que permitirá comparar los datos obtenidos desde distintos puntos de vista.
Los datos de Deimos ayudarán a optimizar la planificación operativa de la misión japonesa Martian Moons eXploration (MMX), que en 2026 estudiará en detalle las lunas marcianas y traerá a la Tierra muestras de Fobos, su satélite más grande.
En paralelo, Hera continúa su viaje hacia Didymos y Dimorphos, cuyas dimensiones (780 metros y 151 metros, respectivamente) son significativamente menores que las de Deimos. En octubre de 2026, la nave ejecutará una serie de maniobras de corrección para garantizar un encuentro preciso con los asteroides en diciembre de ese año.
«Este ha sido nuestro primer momento de exploración, pero no será el último,» afirmó Ian Carnelli, director de la misión Hera. «En 21 meses alcanzaremos nuestro objetivo y podremos analizar el único objeto del Sistema Solar cuya órbita ha sido alterada de forma medible por la acción humana.»
Con este sobrevuelo, Hera no solo avanza en su misión principal de defensa planetaria, sino que también demuestra su capacidad para contribuir a la exploración científica del espacio profundo.