General Atomics Aeronautical Systems (GA-ASI) ha desarrollado tres mejoras en el sistema de despegue y aterrizaje automático (ATLC) como parte de la estrategia de modernización del MQ-9A Reaper, lo que supone un aumento dramático en la flexibilidad operativa de la aeronave.
De este modo, una de las mejoras permite que el MQ-9A aterrice en un campo de aviación alternativo o «desviado» en el que no hay una estación de control en tierra (GCS) y bajo control de comunicación por satélite (SATCOM). La segunda mejora amplía los límites de viento cruzado del MQ-9ª y la tercera aumenta el peso máximo de aterrizaje, tanto en situaciones normales como de emergencia.
“Este logro permitirá a los MQ-9A operativos aterrizar en campos de aviación alternativos, por su cuenta, en caso de mal tiempo, requisitos cambiantes de la misión o pistas dañadas”, dijo el presidente de GA-ASI, David R. Alexander, lo que “mejorará enormemente la efectividad de la misión”.
Con las mejoras en el aterrizaje, el piloto remoto puede ingresar las nuevas coordenadas del área de aterrizaje para aterrizar automáticamente en la ubicación seleccionada. Además, el piloto puede sobrevolar y auto-inspeccionar la pista del aeródromo de desvío usando el multiespectral electro-óptico / infrarrojo del MQ-9A (EO / IR) para obtener coordenadas para el aterrizaje automático.
Una vez cargado en el perfil de misión del MQ-9A, la tripulación aérea MQ-9A habilita el sistema ATLC, que permite que la aeronave se maniobre automáticamente en un patrón de aterrizaje y realice el aterrizaje automático.