El sector de la aviación está planificando vuelos comerciales de pasajeros sin emisiones entre el aeropuerto de Rotterdam y Londres con un avión de 19 plazas en 2024. El avión, actualmente en desarrollo por ZeroAvia, volará enteramente con hidrógeno. ZeroAvia, Royal Schiphol Group, Rotterdam The Hague Innovation Airport Foundation y el propio aeropuerto han anunciado una asociación para hacer realidad esta ambición.
El acuerdo establece un calendario sólido para el lanzamiento de los primeros vuelos comerciales de pasajeros con cero emisiones entre el Reino Unido y los Países Bajos, y potencialmente la primera operación comercial internacional en el mundo. ZeroAvia y Royal Schiphol Group están en conversaciones de asociación avanzadas con las aerolíneas para acordar un operador para la ruta planificada.
A través de la asociación para entregar esta ruta comercial, ZeroAvia y Royal Schiphol Group colaborarán en la prueba y demostración de las operaciones de reabastecimiento de combustible de la cadena de suministro de hidrógeno y la integración con las operaciones del aeropuerto. Las dos compañías también se centrarán en asegurar el camino para la adopción comercial de la aviación de hidrógeno y electricidad, incluido el establecimiento del marco regulatorio adecuado y la comprensión del apetito de la industria y el público por vuelos de cero emisiones propulsados por hidrógeno.
ZeroAvia estableció recientemente una entidad legal en los Países Bajos. Esto permitirá a la empresa crear oportunidades de comercialización y asociación con aeropuertos, fabricantes de fuselajes y / o aerolíneas, dentro de los Países Bajos y la Unión Europea en general.
ZeroAvia ha centrado su I+D en el desarrollo de un sistema de propulsión eléctrico de hidrógeno, que utiliza pilas de combustible de hidrógeno para alimentar motores eléctricos, como una forma viable de abordar los impactos del cambio climático de la aviación a escala. Con el sistema de hidrógeno-eléctrico que ZeroAvia es pionero, la única emisión es vapor de agua a temperaturas manejables, lo que permite vuelos sostenibles.
La propulsión hidroeléctrica tendrá el beneficio adicional de reducir los costes operativos, lo que hará que las rutas sean más atractivas para las aerolíneas, los aeropuertos y los pasajeros.