Johannes Kepler dará nombre al nuevo observatorio de investigación del Centro Aeroespacial Alemán (DLR). Actualmente, se está trabajando para poner en funcionamiento la instalación en el Campus de Innovación de Empfingen. El observatorio es una instalación central de investigación para el Instituto DLR de Física Técnica.
En el futuro, se utilizará para determinar la trayectoria y las características de los objetos cercanos a la Tierra de la forma más rápida, precisa y fiable posible. Esta información permitirá, por ejemplo, evitar colisiones entre basura espacial y satélites.
“Kepler está considerado como el co-fundador de la astronomía y las ciencias naturales modernas. Formuló las leyes para describir cómo los planetas orbitan alrededor del Sol: en una órbita elíptica con el Sol en un punto focal de la órbita del planeta», dice Thomas Dekorsy, director del Instituto de Física Técnica DLR. Johannes Kepler pasó su infancia y juventud en el suroeste de Alemania. Nació en 1571 en Weil der Stadt, cerca de Stuttgart, y estudió en Tübingen. «Por eso no podemos imaginar un nombre mejor para nuestro observatorio«, añade Dekorsy, explicando el razonamiento detrás de la elección del nombre.
El telescopio del Observatorio Johannes Kepler es el más grande de su tipo en Europa para observar objetos en órbita. El telescopio, con un espejo primario de 1,75 metros de diámetro, está alojado en una torre redonda de casi 15 metros de altura con cúpula giratoria. El trabajo de investigación y desarrollo se centrará en la medición de órbitas de alta precisión utilizando láseres especiales. Los investigadores del DLR buscan detectar y localizar objetos de hasta 10 centímetros de ancho y determinar su trayectoria con la mayor precisión posible. El proyecto se concentra principalmente en objetos en órbita terrestre baja (LEO) ubicados a una altura de entre 400 y 2.000 kilómetros sobre la Tierra. Cada vez son más los satélites que orbitan nuestro planeta en LEO. Es por eso que los desechos espaciales a estas altitudes representan un peligro particular, tanto para vuelos espaciales tripulados como no tripulados.
La inversión de aproximadamente 2,5 millones de euros proviene de fondos proporcionados por DLR y el Ministerio Federal de Asuntos Económicos y Acción Climática (BMWK). El trabajo de investigación contribuye al uso seguro del espacio. Está respaldado por la Organización de coordinación del programa de seguridad en DLR con fondos del Ministerio Federal de Defensa (BMVg).