El lanzamiento de la nave espacial tripulada Soyuz-25 desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán, programado para el 21 de marzo, se vio frustrado por problemas técnicos en el sistema eléctrico del cohete. Esta misión tenía como objetivo llevar a la astronauta de la Nasa Tracy C. Dyson, al cosmonauta de Roscosmos Oleg Novitskiy y a la participante del vuelo espacial Marina Vasilevskaya de Bielorrusia a la Estación Espacial Internacional (ISS).
El lanzamiento fue cancelado automáticamente por el equipo de apoyo terrestre debido a una lectura de bajo voltaje en el sistema eléctrico del cohete Soyuz, lo que llevó a la decisión de posponer el lanzamiento. Esta medida se tomó con el fin de garantizar la seguridad y el éxito de la misión.
Según las autoridades pertinentes, la próxima oportunidad de lanzamiento disponible está programada para el sábado 23 de marzo, aunque está sujeta a la finalización de una revisión exhaustiva por parte de la Comisión Estatal para el lanzamiento de Roscosmos. Se espera que se proporcione más información a medida que se avance en las investigaciones y se tomen decisiones sobre el nuevo lanzamiento.
Este contratiempo resalta los desafíos y la complejidad inherentes a las misiones espaciales tripuladas, donde la seguridad y la fiabilidad son prioridades absolutas. Aunque la cancelación pueda generar frustración entre los involucrados y los entusiastas del espacio, es crucial que se aborde cualquier problema técnico antes de proceder con el lanzamiento.