Tras un doble aplazamiento, el cohete europeo Ariane 5 completó la pasada noche su vuelo final, colocando dos cargas útiles, el satélite de comunicaciones experimental Heinrich Hertz de la agencia aeroespacial alemana DLR y el satélite de comunicaciones francés Syracuse 4b, en sus órbitas de transferencia geoestacionaria planificadas.
El vuelo VA261 despegó del puerto espacial europeo en la Guayana Francesa. La misión duró unos 33 minutos desde el despegue hasta la liberación de la carga útil final. La masa total de la carga útil en el despegue fue de aproximadamente 7.700 kilogramos para los dos satélites y el resto para los adaptadores de carga útil y las estructuras de transporte.
El vuelo fue el 117 de Ariane 5, una serie que comenzó en 1996 y llevó al espacio numerosas misiones comerciales e institucionales europeas. Las cargas útiles notables incluyen Rosetta, un cazador de cometas de la ESA, una docena de satélites de navegación Galileo de Europa, en órbita con solo tres lanzamientos, y el telescopio espacial James Webb. El penúltimo despegue de Ariane 5 lanzó la misión Juice de la ESA a Júpiter.
Este pesado lanzador duplicó con creces la capacidad de masa a órbita de su predecesor, Ariane 4, que voló desde 1988 hasta 2003 como uno de los favoritos de la industria de las telecomunicaciones con su necesidad de colocar grandes cargas útiles en órbitas geosíncronas muy altas. La capacidad de Ariane 5 le permitió poner en órbita dos grandes satélites de telecomunicaciones en un solo lanzamiento o empujar cargas útiles muy grandes al espacio profundo.
Mientras que Ariane 1, 2 y 3 (1979-1989) y Ariane 4 (1988-2003) estaban estrechamente relacionados, el Ariane 5, más grande y potente, se desarrolló esencialmente como un sistema de lanzamiento completamente nuevo. A partir de 1985, los estados miembros de la ESA iniciaron este programa con miras a participar en la Estación Espacial Internacional y lanzar Hermes, un concepto de avión espacial tripulado europeo. El proyecto Hermes se abandonó más tarde, aunque el legado de Ariane 5 incluye haber entregado a la ISS Europa la serie de cinco naves espaciales de reabastecimiento de vehículos de transferencia automatizada.
El desarrollo de Ariane 5 experimentó varias iteraciones, que culminaron en la variante ECA, que voló en la mayoría de las misiones y se lanzó exclusivamente desde 2019.
El desarrollo de la serie Ariane de vehículos de lanzamiento es una expresión de la posición de Europa, que data de la década de 1960, en la que la participación en la nueva era espacial exigía una capacidad de lanzamiento independiente. Varios países europeos unieron fuerzas para desarrollar un vehículo de lanzamiento. Este proyecto, llamado Europa, finalmente fracasó, pero en 1975 la Organización Europea de Desarrollo de Lanzadores creada para supervisarlo se fusionó con la Organización Europea de Investigación Espacial para crear la ESA, que inició el programa Ariane.
Ese espíritu de cooperación dio lugar finalmente al Ariane 5 y a la serie más pequeña de vehículos de lanzamiento Vega. La ESA continúa este trabajo con sus Estados miembros y socios industriales para hacer frente a las nuevas realidades del mercado con Ariane 6, el vehículo de lanzamiento más nuevo de la familia Ariane.