Al menos 17 directivos e ingenieros importantes de Blue Origin han abandonado la compañía este verano, inmediatamente después del vuelo espacial de su fundador, Jeff Bezos. Algunos se mudaron a otras empresas competidoras, según informó la emisora norteamericana CNBC.
Dos de los ingenieros, Nitin Arora y Lauren Lyons, anunciaron esta semana sus fichajes por las compañías espaciales SpaceX y Firefly Aerospace de Elon Musk, respectivamente. Otros actualizaron silenciosamente sus páginas de LinkedIn durante las últimas semanas.
Entre estos abandonos figuran el del vicepresidente senior de New Shepard Steve Bennett; el del jefe de aseguramiento de la misión, Jeff Ashby, que se jubiló; el del director de ventas de seguridad nacional, Scott Jacobs; el del director senior de New Glenn Bob Ess; el del director senior de primera etapa de New Glenn Tod Byquist; el del director senior de Finanzas de New Glenn,Bill Scammell; el del director senior de pruebas de producción, Christopher Payne; el del director del proyecto técnico de New Shepard, Nate Chapman; el del ingeniero senior de diseño de propulsión, Dave Sanderson; el del ingeniero senior de factores humanos de HLS, Rachel Forman; el del ingeniero responsable de pruebas e integración del controlador BE-4, Jack Nelson; el del líder de New Shepard, el ingeniero de software de aviónica Huong Vo; el del ingeniero de hardware de aviónica BE-7, Aaron Wang; el del ingeniero de propulsión Rex Gu y el del ingeniero de desarrollo de motores de cohetes Gerry Hudak.
No se especificaron las causas de esos abandonos en Blue Origin, pero la frustración con la administración ejecutiva y una estructura lenta y burocrática se cita a menudo en las revisiones de los empleados en la web norteamericana de búsqueda de trabajo Glassdoor.
Algunos de los ingenieros dimisionarios formaban parte del programa de aterrizaje lunar (HLS) para astronautas de Blue Origin. La compañía de Bezos perdió su oferta por un valioso contrato de desarrollo de la Nasa en abril cuando se adjudicó en solitario a SpaceX el programa Human Landing System de la agencia espacial, ganando un contrato de 2.900 millones de dólares.
Pero, a pesar de que la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO) desestimó el mes pasado la protesta de Blue Origin sobre la decisión de la Nasa la compañía ha seguido intensificando su lucha para ser parte del programa HLS. Blue Origin primero lanzó una ofensiva de relaciones públicas contra el cohete Starship de SpaceX y, ahora, ha demandado a la Nasa ante un tribunal federal.
Diez días después del vuelo espacial de Bezos, el pasado 20 de julio, Blue Origin dio a todos sus empleados a tiempo completo un bono en efectivo de 10.000 dólares sin condiciones, según supo CNBC de fuentes informadas y que luego confirmó la compañía como “agradecimiento” por lograr el hito del lanzamiento turístico espacial.
La web Glassdoor revela que una gran disparidad en la satisfacción de los empleados con el liderazgo de Blue Origin en comparación con el de otras empresas espaciales importantes. Según Glassdoor, solo el 15% de los empleados de Blue Origin aprueban al CEO Bob Smith, frente al 91% de Elon Musk en SpaceX o el 77% de Tory Bruno en United Launch Alliance.