Boeing y Delta Air Lines negocian un pedido histórico que podría llegar hasta el centenar de aviones 737 MAX 10 antes de que cambien las normas a finales de año. De alcanzarse este acuerdo, sería el primer pedido de Delta para la familia de aviones de un solo pasillo más vendida de Boeing y el primer pedido importante del fabricante aeronáutico para la aerolínea en una década.
Según pudo conocer la agencia Reuters, estas negociaciones se producen cuando Delta, la única aerolínea importante de EEUU sin un pedido de 737 MAX, remodela su flota en previsión de una rápida recuperación de la pandemia.
Boeing y Delta, que han tenido una relación escasa en los últimos años, están trabajando en los detalles de este pedido que podría consistir en 100 aviones, muchos de los cuales podrían incluir la variante más grande, el 737 MAX 10. De haber acuerdo, podría anunciarse el próximo mes.
Fuentes de la industria advirtieron que las negociaciones suelen llegar hasta el último momento y que no se ha tomado una decisión final. Ha habido especulaciones sobre un pedido MAX de Delta en el pasado, sin que se haya llegado a un acuerdo.
El MAX 10 compite con el modelo más vendido de Airbus, el A321neo. Ambos aviones están destinados al segmento de rápido crecimiento del mercado justo por encima de los 200 asientos. El A321neo, que la compañía de leasing Air Lease describió el miércoles como “los mejores aviones del mercado”, tiene una ventaja dominante en ventas, pero Boeing obtuvo una serie de contratos ganados el año pasado.
En septiembre, Airline Weekly citó al presidente ejecutivo de Delta, Ed Bastian, diciendo que había un lugar para el MAX en Delta si la aerolínea podía descubrir cómo traerlos. Cuando se le preguntó sobre el MAX en Londres a principios de este mes, dijo a los periodistas que Delta siempre estaba mirando todos los modelos de aviones.
Charlas de certificación
Para Boeing, el acuerdo consolidaría un nuevo cliente importante. El fabricante de aviones se enfrenta a una batalla separada pero cada vez más arriesgada para ganar la certificación del MAX 10 antes de que entre en vigor un nuevo estándar de seguridad en las alertas de cabina a finales de año.
La fecha límite para los cambios se introdujo como parte de las reformas regulatorias más amplias en la Administración Federal de Aviación tras los accidentes fatales de un modelo MAX más pequeño en 2018 y 2019.
Boeing ha mantenido conversaciones con algunos legisladores sobre la posibilidad de pedir más tiempo, pero no ha buscado formalmente una extensión para abordar un problema de la cabina de vuelo.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad, un portavoz de la FAA dijo que “la seguridad dicta el cronograma de los proyectos de certificación”. Solo el Congreso puede extender el plazo si la FAA no certifica el MAX antes de fin de año.
Boeing ha planteado a algunos legisladores el impacto potencial en los empleos y la producción si no se aprueba el 737 MAX 10. “Seguimos trabajando de manera transparente con la FAA para proporcionar la información que necesitan y estamos comprometidos a cumplir con sus expectativas para lograr la certificación 737-10”, dijo Boeing en un comunicado.
No comentó directamente sobre las conversaciones con los legisladores, pero dijo que el avión respaldaría “decenas de miles de puestos de trabajo en Boeing y en toda nuestra cadena de suministro, incluso en el estado de Washington”.