Blue Origin ha anunciado que retrasará, hasta el cuarto trimestre de 2022, el lanzamiento del cohete NewGlenn, “a medida que se están logrando importantes avances en sus instalaciones de Cabo Cañaveral”, asegura la compañía.
El equipo de Blue Origin ha estado en contacto con todos los clientes para garantizar que este nuevo calendario satisfaga sus necesidades de lanzamiento, después de haber perdido un contrato clave con el Pentágono el año pasado.
“New Glenn está procediendo a cumplir con sus contratos comerciales actuales, perseguir un mercado comercial grande y en crecimiento y celebrar nuevos contratos de lanzamiento espacial civil. Esperamos lanzar cargas útiles NSSL en el futuro y mantenemos nuestro compromiso de servir a la misión de defensa nacional de EEUU”, anuncian desde la compañía.
Los hitos recientes incluyen la finalización de un simulador de maquetas de la primera etapa de New Glenn, la finalización de una instalación de prueba estructural e hitos de hardware para tanques, módulos de escenario y carenados compuestos.
Además de los avances del programa, se han creado más de 600 puestos de trabajo en la región. Blue Origin ha invertido más de 2.500 millones de dólares en instalaciones e infraestructura en todos los centros, incluidos 1.000 millones de dólares invertidos en la reconstrucción del histórico LC-36, que está a punto de completarse.