La compañía aeroespacial norteamericana Blue Origin registró este lunes un fallo durante el lanzamiento no tripulado de su cohete New Shepard desde el oeste de Texas, activando un sistema de interrupción que permitió que la cápsula cayera en paracaídas a la Tierra.
“Fallo de refuerzo en el vuelo no tripulado de hoy. El sistema de escape funcionó según lo diseñado. Estamos respondiendo a un problema en nuestra ubicación de Launch Site One en el oeste de Texas. Esta fue una misión de carga útil sin astronautas a bordo. El sistema de escape de la cápsula funcionó según lo diseñado”, reconoció la empresa en su cuenta de Twitter.
La misión NS-23, con su nave espacial New Shepard, llevaba 36 cargas útiles, de las cuales dos volaban en el exterior del propulsor. Del total de las cargas útiles del vuelo, 18 están financiadas por la Nasa, según Blue Origin.
Poco después del despegue y a unos ocho kilómetros del suelo, los motores del New Shepard se incendiaron, activando el sistema de eyección de la cápsula, que se separó de su cohete antes de liberar su paracaídas para aterrizar intacta.