Blue Origin ha inaugurado una nueva sede en Kent, Washington, con el objetivo de seguir creciendo. El nuevo edificio recibe el nombre de O’Neill en honor a Gerard O’Neill, un físico que imaginó a millones de personas viviendo y trabajando en el espacio en beneficio de la Tierra.
Bob Smith, CEO de Blue Origin, asegura que “2019 fue un gran año de progreso y preparación para nosotros y 2020 será aún más notable, por lo que estamos creciendo rápidamente. Crecimos un tercio el año pasado y seguiremos creciendo a un ritmo rápido próximamente”.
La nueva instalación, que se levantó en 11 meses, alberga aproximadamente a 1.500 personas. El edificio es sostenible con un mejor aislamiento y mejor consumo de energía que un edificio tradicional.