Sierra Nevada Corporation (SNC) ha integrado las dos alas de su avión espacial Dream Chaser una vez que han llegado a sus instalaciones de Luisville (Colorado, EEUU). De este modo, se inicia la fase de integración del único avión espacial del mundo propiedad de una compañía privada y bajo contrato de la Nasa.
“Nuestro avión espacial es y funciona de manera diferente a cualquier otra aeronave en el espacio: más avanzado tecnológicamente, pero con toda la herencia del programa de transbordador espacial en su diseño. El primer vuelo de Dream Chaser será un momento altísimo para todos nosotros”, asegura Eren Ozmen, presidente de SNC.
Con su innovador diseño plegable, las alas se guardan en el carenado antes del lanzamiento. Después de que el vehículo de lanzamiento se separa, el Sistema de Despliegue de Ala (WDS) despliega las alas y las bloquea en su lugar. Las alas inclinadas de Dream Chaser funcionan como estabilizadores para la elevación generada por la carrocería del vehículo.
«Las alas para el Dream Chaser presentaron un interesante desafío de diseño. No solo deben sobrevivir en la órbita terrestre baja como un satélite, sino que deben estar operativos en la atmósfera de la Tierra, como un avión” dijo el director del programa Dream Chaser, John Curry.
Al igual que el cuerpo estructural de Dream Chaser, las alas fueron fabricadas por Lockheed Martin en Texas, un subcontratista de SNC, y son estructuras compuestas unidas. Esta tecnología de vanguardia ahorra peso sin comprometer la resistencia y la rigidez.
Dream Chaser está bajo contrato con la Nasa para al menos seis misiones de reabastecimiento de carga y servicio de devolución a la Estación Espacial Internacional bajo el contrato de Servicios de reabastecimiento comercial 2 (CRS-2). El Dream Chaser y el vehículo de transporte Shooting Star adjunto pueden transportar hasta 12.000 libras de suministros y otra carga, y devuelve la ciencia delicada a la Tierra con un aterrizaje suave en la pista.