La Nasa y Boeing han ampliado aún más el plazo inicialmente previsto para la primera prueba de vuelo tripulado de Starliner, pero aún no han fijado fecha definitiva para el regreso a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional (ISS) de la nave con los dos astronautas a bordo. Los ingenieros trabajan para finalizar los planes de prueba y establecer un calendario de pruebas terrestres adicionales, que deberían realizarse durante las dos próximas semanas, anunciaron la Nasa y Boeing el pasado viernes.
“Todavía estamos en medio de una misión de prueba y queremos pasar más tiempo con los datos antes de tomar la decisión final de poner a la tripulación a bordo de la nave espacial para el regreso. Nuestro objetivo es traer a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams a casa a bordo de la nave espacial de Boeing y estamos trabajando para confirmar que Starliner funcionará como está diseñado para regresarlos a salvo a la Tierra”, dijo Ken Bowersox, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales de la Nasa.
Después de sucesivos retrasos, la nave Starliner de Boeing fue lanzada el pasado 5 de junio con los dos astronautas a la ISS a la que llegaron un día después. Su regreso a la Tierra estaba previsto para una semana más tarde. Pero llegada esa fecha, los aplazamientos se han ido sucediendo sin que la Nasa y Boeing puedan aún fijar un día concreto.
¿Qué había fallado? Durante el vuelo hasta la ISS se detectaron al menos cinco fugas de helio, a lo que se suma que cinco de sus propulsores de maniobra se habían apagado y una válvula de propulsor no se había cerrado por completo.
Sistema de propulsión
El pasado viernes, durante una teleconferencia con los medios informativos, líderes de la Nasa y Boeing reconocieron que “el equipo integrado de Starliner continúa evaluando el rendimiento del sistema de propulsión de la nave espacial y completando otros trabajos previos antes de programar el desacoplamiento de la ISS”.
“La Nasa y Boeing -añadieron- llevarán a cabo pruebas terrestres adicionales en las instalaciones de pruebas de White Sands en Nuevo México para comprender mejor el rendimiento del propulsor de la nave espacial. Esta prueba expondrá los propulsores de Starliner a recuentos de pulsos y condiciones térmicas similares a las de un vuelo para que los equipos de tierra los inspeccionen y analicen. Los datos recopilados también ayudarán a determinar mejoras del sistema para futuras misiones posteriores a la certificación en la estación”.
“Hemos dedicado mucho tiempo a determinar si podríamos obtener datos significativos de un encendido en tierra para fundamentar mejor nuestra toma de decisiones durante el vuelo, y estoy muy orgulloso de nuestros equipos integrados de la Nasa y Boeing por haber ideado algunas opciones innovadoras y haber aprovechado los planes de prueba que ya estaban en marcha para futuras misiones”, dijo Steve Stich, director del Programa de Tripulación Comercial de la Nasa. “Basándonos en el rendimiento continuo de Starliner mientras estuvo acoplado, estamos trabajando con la estación para ampliar la certificación de varios componentes más allá de la duración de la misión de 45 días, si es necesario, para que nuestros equipos de ingeniería puedan tomarse el tiempo que necesiten mientras Butch y Suni respaldan diversas actividades en órbita que son fundamentales para mantener las operaciones y la investigación de la estación”.
Fugas en los colectores de helio
“Desde la llegada de Starliner el 6 de junio con los astronautas de la Nasa Butch Wilmore y Suni Williams a bordo, los equipos de la misión han estado operando para completar el trabajo abierto relacionado con la gestión de cinco pequeñas fugas en los colectores de helio del módulo de servicio de la nave espacial, al tiempo que reafirman la salud de los propulsores del sistema de control de reacción de la nave espacial. Starliner permanece disponible en caso de una emergencia en la estación espacial que requiera que la tripulación abandone la órbita inmediatamente y regrese a la Tierra”, dijo la Nasa en un comunicado.
Además de monitorizar el hardware en órbita, que funciona normalmente en un estado acoplado, la Nasa y Boeing indican que “continúan las pruebas y análisis en tierra explorando las posibles causas de las fugas del sistema de helio y analizando los datos de instrumentación de los propulsores de Starliner. Los ingenieros están trabajando para medir las posibles tasas de fuga de helio que pueden ocurrir después del desacoplamiento, validar las mitigaciones operativas para su uso en vuelo según sea necesario y explorar consideraciones del árbol de fallas más allá de lo que los equipos ya han recopilado a partir de los datos de vuelo”.
“También están evaluando los resultados de pruebas terrestres recientes que mostraron un rendimiento mejor de lo esperado de la instrumentación de los propulsores de Starliner. Basándose en estos resultados, los equipos de ingeniería confían en que los transductores de presión de los propulsores de Starliner no se están sobrecalentando en vuelo y provocando desconexión prematura de los propulsores en órbita, lo que inicialmente se consideró una posibilidad. Mientras tanto, se sigue trabajando en escenarios de contingencia simulados del sistema de propulsión en el laboratorio para garantizar el rendimiento esperado de los sistemas de respaldo de Starliner y las combinaciones de propulsores para su uso durante el regreso si fuera necesario”.
Una vez que se completen todas las pruebas en tierra necesarias y el análisis de datos asociados, los líderes de los Programas de Tripulación Comercial y Estación Espacial Internacional de la Nasa y Boeing llevarán a cabo una revisión a nivel de agencia. Durante la revisión, los principales líderes de la agencia y directores de misión discutirán sus hallazgos y opciones con la comunidad más amplia de la Nasa, incluidos los socios internacionales, para documentar formalmente la aceptación por parte de la agencia del plan de vuelo de Starliner y evaluar futuras oportunidades de regreso.
La Nasa tiene previsto informar tras la revisión para debatir los próximos pasos antes del regreso de Starliner. Wilmore y Williams continúan brindando tiempo adicional a la tripulación y valiosas contribuciones a bordo de la estación espacial, ayudando con caminatas espaciales e investigaciones científicas mientras ayudan a los equipos terrestres a recopilar datos críticos para vuelos Starliner de larga duración posteriores a la certificación al complejo orbital, según señaló la Nasa.