Virgin Galactic reanudó el pasado jueves la venta de billetes para futuros vuelos al espacio, ahora por un precio desde 450.000 dólares por asiento. El nuevo precio dobla prácticamente el importe pagado por unas 600 personas que adquirieron hasta ahora sus billetes.
La compañía dijo que tendrá tres ofertas para el consumidor: un solo asiento, un paquete de varios asientos y una compra de vuelo completo. La compañía espera capitalizar el éxito del vuelo realizado el mes pasado con cuatro personas, entre ellas, el fundador de la empresa, Richard Branson.
«Nos complace anunciar la reanudación de las ventas a partir de hoy», indicó el director general de la compañía, Michael Colglazier, en un comunicado, precisando que tendrán prioridad quienes estén en lista de espera. «Mientras nos esforzamos por llevar la maravilla del espacio a una amplia población mundial, estamos encantados de abrir la puerta a una industria y una experiencia del consumidor completamente nuevas».
Virgin Galactic usa una enorme nave portadora (VMS Eve) que despega desde una pista tradicional y suelta en el aire un cohete (VSS Unity) parecido a un avión privado. Éste enciende su motor hasta rebasar los 80 kilómetros de altitud y baja planeando. Al alcanzar la altitud máxima, los pasajeros pueden soltar sus cinturones y experimentan unos minutos en gravedad cero.
El próximo vuelo se efectuará en septiembre y llevará a bordo a miembros de la Fuerza Aérea Italiana que pagaron sus billetes. Tras un periodo de mejora del avión portador, otro vuelo está previsto con una tripulación completa. Finalmente, el primer vuelo comercial de pasajeros tendrá lugar «al finalizar el tercer trimestre» de 2022, precisó Colglazier.
El pasado 11 de julio, Branson adelantó en unos días a su competidor, Jeff Bezos, y la compañía de éste, Blue Origin, en una carrera espacial entre multimillonarios. El cohete utilizado, que salió desde la base de Spaceport America, en el desierto de Nuevo México, estaba originalmente diseñado para llevar seis pasajeros, pero solo viajaron cuatro, aunque se describió como “tripulado al completo”.
Un mes antes, Virgin Galactic recibió la aprobación de la FAA, el regulador de seguridad aérea de EEUU para transportar personas al espacio.