El aeropuerto de Ibiza permaneció cerrado durante cuatro horas en la tarde del pasado sábado debido al incidente registrado hacia las tres de la tarde cuando un A321 de Lufthansa procedente de Francfort, al tomar tierra tuvo un problema en algunas ruedas del tren de aterrizaje y bloqueó la pista.
Por motivos de seguridad, Aena paralizó las operaciones de salida y llegada en una jornada en la que se esperaban 312 aterrizajes y despegues. No hubo que lamentar daños personales, se procedió a la evacuación del avión y se iniciaron las tareas de retirada del mismo de la pista mientras se desviaban las llegadas hacia otros aeropuertos.
Hacia las nueve de la tarde, el aeropuerto empezó a recuperar la normalidad de las operaciones. Aena informó que durante el domingo no habría más afecciones, por lo que el balance de las cuatro horas de la tarde del sábado en que el aeropuerto permaneció paralizado se fijó en 44 vuelos cancelados -21 de llegada y 23 de salida, así como otros 14 vuelos desviados.