El español Santiago Forcada Pardo, con su proyecto «DEMoN Fire Sensor», ha sido seleccionado entre los premiados del concurso “Venus Rover” convocado por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la Nasa, bajo una subvención del programa Conceptos Avanzados e Innovadores de la agencia.
El propio Forcada Pardo se ha puesto en contacto con la Redacción de este diario para mostrar su reconocimiento, porque gracias a la información publicada en el mismo, tuvo conocimiento de la convocatoria y participar en el concurso: “Me pongo en contacto con vosotros para daros las gracias, ya que gracias a que vi esta noticia en vuestra web, me decidí a participar en el concurso y he tenido la fortuna de ser uno de los ganadores, como se puede ver en la web de la Nasa”.
Efectivamente, Actualidad Aeroespacial publicó el pasado 24 de febrero la noticia: “La Nasa convoca un concurso sobre un sensor que evite obstáculos para un rover que viajará a Venus”. Y se especificaba que el concurso trataba de buscar diseños para un sensor que pueda incorporarse al proyecto.
«La respuesta fue increíble y mejor de lo que había soñado», dijo Jonathan Sauder, un ingeniero senior de mecatrónica de JPL. «Hubo tantas grandes ideas y conceptos bien desarrollados que, además del primer, segundo y tercer lugar, decidimos añadir dos finalistas y otras 10 menciones honoríficas en reconocimiento al increíble trabajo que la gente puso en este proyecto». Entre éstos se encuentra el de Santiago Forcada.
En total, se presentaron 572 proyectos procedentes de 82 países, con ideas que van desde sistemas de rodillos para detectar peligros a guardabarros de gran tamaño que romperían el rover en sentido inverso en caso de que chocara contra una roca.
“El brillo de las ideas se combina con el desgarrador desafío al que se enfrentan los futuros exploradores robóticos de Venus”, dice la Nasa al enjuiciar el resultado del concurso. “La nave espacial que ha sobrevivido en la superficie de Venus durante más tiempo lo ha hecho en poco más de dos horas, un récord establecido por la sonda Venera 13 de la Unión Soviética en 1981. Y la última nave espacial en aterrizar en Venus fue la misión soviética Vega 2 en 1985. Sobrevivió sólo 52 minutos. Venus puede ser conocida como el «planeta hermano» de la Tierra, pero para desarrollar máquinas que puedan soportar mejor su duro entorno, obviamente necesitaremos un enfoque diferente”, concluye la agencia espacial norteamericana.