Jesús López Ruiz, jefe Técnico de Diseño Preliminar para Proyectos Futuros de Avio Aero, será el responsable de la gestión y el desarrollo de la integración entre las aeronaves, incluidos las aeronaves no tripuladas, y el motor GE Catalyst.
El ingeniero aeronáutico español estará así al frente de uno de los proyectos más importantes de la industria aeronáutica europea, diseñado y desarrollado completamente en Europa, con tecnologías exclusivamente europeas y que contará con la contribución de seis países europeos, entre ellos, España, durante su fase de producción.
El turbohélice de GE Aviation es resultado de una inversión de 400 millones de dólares y, actualmente, se encuentra en una fase avanzada de desarrollo y certificación. La gestión de la función de integración es especialmente delicada y requiere una sólida formación técnica.
López Ruiz, con más de 10 años de experiencia en el campo de la propulsión aeronáutica avanzada, se encargará de supervisar la adaptación de la versión estándar del propulsor Catalyst, diseñado desde cero, a todas las posibles necesidades de los futuros clientes militares, con especial atención a las aeronaves no tripuladas, los entrenadores y el transporte ligero. El nuevo turbohélice se presta a una amplia variedad de usos y ha sido diseñado para satisfacer las necesidades de los mercados civil y militar.
El motor, que es también producto de la amplia contribución a la ingeniería de Avio Aero (empresa de GE Aviation), destaca en su clase de referencia (900 – 1650 caballos) por sus prestaciones, tecnologías y nuevos componentes.
Al ser de fabricación europea, obtiene otra ventaja competitiva fundamental: la independencia respecto al régimen del ITAR (Reglamento estadounidense sobre el tráfico internacional de armas). De hecho, el motor no está sujeto al control del gobierno de EEUU, donde la variante militar de Catalyst estará sujeta exclusivamente al régimen de exportación italiano.
“El Catalyst es un ejemplo de escuela para un proyecto paneuropeo con tecnología y rendimiento de vanguardia, un reto emocionante al que estoy orgulloso de contribuir y que será una experiencia verdaderamente valiosa para la industria europea”, comenta López Ruiz.
El Catalyst es el primer motor de su categoría que cuenta con el sistema FADEC (Full Authority Digital Engine Control, en inglés), que controla tanto el motor como la hélice, lo que permite optimizar el rendimiento en vuelo, reduciendo el consumo de combustible hasta un 20% en comparación con la media.
Esto se realiza mediante un único punto de control, para una experiencia de pilotaje similar a la de un jet, en el que el piloto actúa a través de una única palanca para controlar el empuje del sistema de propulsión. Se trata de una característica de gran importancia para las aeronaves no tripuladas porque el FADEC facilita en gran medida la integración con la aviónica de a bordo.
Además, la tecnología aplicada al compresor, con una relación de compresión de 16:1, es la más alta de su categoría, lo que garantiza una alta eficiencia térmica e incluye dos etapas de geometría variable, y los álabes de la turbina refrigerados; elementos que garantizan un mejor rendimiento y una respuesta más robusta a cambios de potencia, con la garantía de calidad que asegura la amplia experiencia de GE Aviation en dichas tecnologías.
El motor incorpora también componentes desarrollados mediante fabricación aditiva en las plantas italianas de Avio Aero, una tecnología que permite un ahorro de peso sustancial, simplificando la introducción de componentes de geometría más compleja y, al mismo tiempo, una reducción en el número de componentes. Globalmente, el propulsor cuenta con 98 tecnologías patentadas, lo que demuestra la innovación a la vanguardia tecnológica del programa.
El Catalyst ha acumulado más de 1.650 horas de pruebas con más de 1.000 puestas en marcha y 300 horas de pruebas dedicadas a la integración aviónica y de control. En mayo de 2019 superó las pruebas de altitud hasta 12.496 metros, en octubre de 2019 completó la primera prueba de certificación y en 2021 concluirá con el proceso de certificación al completo.
En las pruebas, el Catalyst ha demostrado, una excelente capacidad para proporcionar más potencia y rendimiento en altitud, que será incrementada aún más una vez instalado, gracias a un diseño de sección frontal reducida que permite una disminución significativa de la resistencia aerodinámica y, por lo tanto, en relación a otros motores en el mercado, un menor consumo de combustible, un aumento del 10% de la carga útil y aproximadamente tres horas extra respecto al tiempo de vuelo característico de una misión típica de una UAV.