Thales Alenia Space, en colaboración con OHB System, lidera un paso clave en la misión CO2M, parte del programa Copernicus de la Unión Europea, con la firma de un contrato de 88 millones de euros para el desarrollo del tercer satélite de la constelación. Este nuevo hito refuerza la capacidad europea de monitorización de gases de efecto invernadero producidos por actividades humanas.
La misión CO2M tiene como objetivo medir las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono y metano, proporcionando datos precisos para reducir las incertidumbres en las estimaciones actuales. Con el tercer satélite, la constelación mejorará la repetición de las mediciones, logrando más de tres observaciones semanales en latitudes europeas. Esto permitirá a Europa evaluar con mayor precisión el impacto de sus políticas climáticas y avanzar hacia la descarbonización.
La carga útil de cada satélite, desarrollada por Thales Alenia Space, incluye tres instrumentos principales: un espectrómetro CO2/NO2, que mide las concentraciones de dióxido de carbono y dióxido de nitrógeno; un polarímetro Multi-Ángulo (MAP), que analiza la densidad de aerosoles con alta precisión; y un generador de Imágenes de Nubes (CLIM), que detecta y mapea nubes para mejorar la corrección de errores en las mediciones.
El diseño garantiza una resolución y precisión óptimas, además de una cobertura espacial y temporal suficiente para satisfacer los requisitos de monitorización y verificación de emisiones.
Liderazgo europeo
Hervé Derrey, CEO de Thales Alenia Space, destacó la importancia de esta misión asegurando que “CO2M marca un hito en el liderazgo europeo frente al cambio climático. Estamos orgullosos de aportar nuestra experiencia en observación de la Tierra a un proyecto esencial para medir el impacto de las actividades humanas en el sistema climático”.
OHB System lidera un consorcio que incluye a Thales Alenia Space en Francia, España y Suiza, junto con OIP Sensor Systems en Bélgica. Entre las contribuciones clave de la industria española están los transpondedores en banda S y las Unidades de Control del Instrumento, que refuerzan la participación nacional en el desarrollo de capacidades espaciales avanzadas.
La misión CO2M no solo fortalece la capacidad operativa europea, sino que también contribuye a la monitorización global de las emisiones fósiles. Con esta ampliación, el programa Copernicus refuerza su papel como líder en la lucha contra el cambio climático y en la protección del medio ambiente, asegurando que Europa siga a la vanguardia de la sostenibilidad y la innovación tecnológica.