Spirit AeroSystems ha anunciado que, por segunda vez en 2020, suspenderá temporalmente a los empleados que trabajan en la producción de piezas para el Boeing 737 MAX. La compañía produce todo el fuselaje de este tipo de avión en sus instalaciones de Wichita (EEUU), así como los pilones que sostienen el motor en las alas, la góndola y el inversor de empuje que recubren el motor y los bordes delanteros de las alas.
Después de conversaciones con Boeing, Spirit cree que habrá una reducción en el plan de producción de los 737 MAX para 2020. “Spirit aún no tiene información definitiva sobre cuál será la magnitud de la reducción, pero espera que sea de más de 20 aviones”, asegura la compañía en un comunicado.
La puesta en tierra del 737 MAX, junto con la pandemia del Covid-19, es “una situación desafiante, dinámica y en evolución. Durante este tiempo, Spirit planea trabajar con Boeing para determinar un plan de producción definitivo para 2020 y administrar el sistema de producción de los 737 MAX y la cadena de suministro”, explican desde Spirit.
Por ello, la compañía ha decidido despedir durante 21 días, a partir del lunes 15 de junio, a los empleados que trabajan en el programa 737MAX. Además, Spirit declarará una reducción de trabajadores en Tulsa y McAlester (Oklahoma) a partir del viernes 12 de junio.